martes, 13 de marzo de 2012

Pizarral celebra su Matanza Tradicional

Los vecinos de Pizarral recordaron este sábado tiempos antiguos con la celebración de la matanza familiar, que costearon entre todos los participantes.

Siguiendo los pasos habituales de sus antepasados, los organizadores trajeron el cochino hasta la sede de la fiesta, y después de que los matarifes procedieran al sacrificio, despiezaron las carnes del animal y las guisaron, como manda la costumbre de estas tierras.

Los 160 kilos que pesó el puerco propiciaron un banquete para los comensales, que también se implicaron en la cocina, repartida entre el bar y el prado contiguo. La música de Cartucho y Regino amenizó la espera del almuerzo, mientras las mujeres pelaban las patatas y los hombres freían los torreznos. Otro grupo se ocupó de las chichas, y en medio de estas labores surgió un baile espontáneo al ritmo del tambor y del saxofón de la Ilusión Colectiva.

A la hora de comer los presentes degustaron un sabroso menú a base de patatas revolconas, migas con pimentón, probaduras y postre. Como en toda matanza tradicional, no faltaron ni los dulces ni el aguardiente, que varios vecinos repartieron entre la gente.

Cada comensal sacó un ticket en el bar por valor de 12 euros, con el fin de hacer frente a los gastos matanceros, previamente, las personas interesadas se habían apuntado en la lista del bar, con el fin de calcular los costes.

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