
El presupuesto de la obra se cifra en unos 100.000 euros, y los trabajos consistirán en desmontar la cubierta antigua e instalar una estructura metálica para que el derrumbe no vuelva a producirse. Se rehará una nueva cúpula que descanse sobre el entramado de metal. El párroco ha señalado que el inicio de las labores de reconstrucción requiere una emergencia inmediata, ya que desde hace meses hay un andamiaje instalado en la parte del ábside y está costando dinero. "La situación nos está suponiendo 3.000 euros al mes, de ahí la urgencia. Pero todo depende del apoyo de las instituciones", dijo.
A pesar de las circunstancias, el templo permanece abierto al culto, y tan sólo se ha cerrado la parte del altar mayor, por motivos de seguridad. Se ha habilitado una parte de la estancia con bancos, para que los vecinos puedan acudir a los actos religiosos.
Noticia en LaGacetaDeSalamanca
Desconocía que se hubiera caído la bóveda en septiembre, pero se veía venir. Espero que se pueda restaurar pronto y bien esa magnífica iglesia.
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