martes, 19 de febrero de 2013

Dos tazas de sopa para abrasar la lengua


Editorial Cuaderno de Entresierras

No hay persona cabal en este mundo, a excepción de Antonio Recio “mayorista no limpio pescado”, al que le guste ser presidente de su comunidad. Supongo que por lo que tiene de “marrón” el asunto; que lo del poder está muy bien, pero tener la queja del vecino a toque de timbre no es plato de buen gusto.
Y de ese plato, de sopa si me permiten, del cual no queríamos, nos van a dar dos tazas, como bien demanda el chascarrillo popular.
El Gobierno ha puesto encima de la mesa “democrática” una ley de “sueldos por baremos” en las alcaldías, lo cual, dado el nivel de protesta del “populacho” bien podría tomarse por un “aceptamos barco como animal de compañía”. Lo que no se acepta tan bien es que dicho baremo implique que los alcaldes de pueblos con menos de mil habitantes no puedan cobrar por su trabajo. Más que nada, en lo que nos toca, porque la casi totalidad de los pueblos de nuestra comarca van a perder su alcalde para pasar a tener un “presidente de la comunidad”, ese cargo que nadie quiere, excepto el pescadero de La que se avecina.
Que oigan, que sí, que todos sabemos bien de qué ha ido y de qué va este asunto. Yo te doy, tú me das, ambos nos beneficiamos. Y en pueblos pequeños, desaparecidas las medievales “escortinas” públicas, el control democrático en ocasiones brilla por su ausencia. Ha sido así toda la vida y lo sigue siendo porque lo que apuntan los medios de comunicación con papeles de bárcenas, EREs irregulares y cemento armado no es más que la punta del iceberg de un sistema, no voy a decir que “corrupto” para no llevarnos a generalizaciones, pero sí de “conchabeo político”.
Pero de ahí a borrar de un plumazo y con tippex de derecha alcaldías y mancomunidades va un trecho largo. Porque la medida, a nadie se le escapa, va encaminada a ello: a hacer desaparecer instituciones públicas, empezando por las más nimias para los “gestores del imperio”, que son aquellas que rigen sobre un número pequeño de gente. Y aquí de despoblación sabemos un rato.
Muchos de nuestros pueblos, regidos por alcaldes perennes (no por ello los descalifico, entiéndase), se verán “huérfanos de alcaldía” pues es seguro que muchos alcaldes o pseudo-alcaldes no querrán enfrentarse a los “marrones” por amor a los mismos. Que no al arte. Y en previsión a dicha conjetura, que existan pueblos donde nadie quiere ejercer el bastón de mando, los “entes pensantes” que nos gobiernan ya preven que muchos ayuntamientos quedarán borrados del mapa y adscritos a las poblaciones de más población como simples barrios o alquerías.
De modo que si la entidad que tenemos ya de por sí es nimia, sin órgano de representación alguno, la envergadura de nuestras “pequeñas grandes decisiones” se decidirá según el humor (y el interés) del “pez gordo” comarcal, el que nunca ha bebido de nuestro caño o el que jamás quiso venir a la verbena de la Asunción.
Pero era lo que queríamos, oigo a modo de respuesta. Para acabar con la rabia de la “corrupción” se mata el perro entero de la “política”. No he oído aún, siguiendo el mismo criterio, que nadie clame porque los diputados hagan su trabajo “gratis”. Es más… se empieza a oír todo lo contrario, que los mandamases de grandes ayuntamientos, diputaciones, juntas y “generalidades” deberían cobrar más para que no tener que recurrir a la “sisa” y vivir dignamente con su sueldo de empleado público. Por la boca muere el pez… hasta los más gordos. O como dicen por aquí, por el gaznate se desangra el gorrino, que es más matancero y más explícito.
Dicen que el salmantino no ataja sino que “atrocha” y parece ser ese el camino que se ha tomado. Pues eso. ¿No querías sopa? Toma dos tazas.
Próxima estación… ventanilla comarcal. Y no pidan transporte público para poder acercarse allí. Estamos en tiempos de crisis… perdón, de “reajuste”.

2 comentarios:

  1. Hasta las malas noticias no parecen tan malas cuando las escribes tú!!..Dejaran de "reajustar"?
    un abrazo

    ResponderEliminar
  2. El tema es que los pueblos pequeños no tenemos derecho a esistir y tampoco a protestar. Salud

    ResponderEliminar