La Asociación Cultural Sierra de Francia, reunida en
Santibáñez de la Sierra, ya ha elegido al ‘Serrano del Año 2013’ . Premio otorgado, en
señal de reconocimiento, al pintor y escultor mogarreño Florencio Maíllo Cascón
por su dilatada trayectoria en su disciplina a nivel, incluso internacional.
Florencio Maíllo Cascón
Florencio Maíllo Cascón
Florencio Maíllo Cascón, pintor y escultor, es un mogarreño de renombre universal. De su genio forma parte el alma serrana. Este profesor titular de la Escuela de Bellas Artes y de la Universidad de Salamanca es testigo cualificado de la Sierra de Francia por el contenido artístico de una ingente obra cuya mayor parte se nutre de elementos netamente serranos, pues lo serrano aflora por los poros de toda su obra pictórica y escultórica.
La exposición RETRATA2-388, única en el mundo,
utiliza las fachadas de las casas de Mogarraz como paneles de exposición para
colgar en ellas más de seiscientos retratos que elevan a prototipos a
otros tantos serranos. Memoria de una forma de ser y comportarse, hondura
de la Sierra de Francia que aflora a través de los pinceles de Florencio. Lo
serrano prima en el alma de este artista hasta el punto de modelarlo y
recuperarlo para la conciencia colectiva. Florencio engrandece a Mogarraz en el
seno de una Sierra de Francia mucho más grande. Por otro lado, el
impulso que su personalidad y su arte están dando al centenario de Miranda del
Castañar rubrica esta misma constatación.
A su actividad de profesor en la Universidad y en la
Facultad de Bellas Artes y a los cursos de verano de Arquitectura Moderna Rural
cabe añadir otros méritos en la enseñanza magisterial y en la
ornamentación urbanística. Sin la menor duda, estamos ante un candidato que, de
ganar el galardón, prestigiaría considerablemente el “serrano del año” e
impulsaría la consecución de su objetivo principal, la creación de conciencia
de serranía para unir a los serranos.
Su ingente obra potencia aún más sus méritos como
candidato en esta quinta edición del galardón serrano del año. Mencionemos solo
algunos de sus proyectos más sobresalientes:
Ruinas (1985-1988): composición de 81 pinturas y 30
bocetos: pintura entendida como escenario para investigación plástica. De ahí
la gran diversidad procesal que se desarrolla tomando como meros pretextos,
entre otros, los asentamientos desamparados de los monasterios en ruinas de
Moreruela, la Casa Baja del Maíllo, el De Gracia de San Martín, etc..
Persistencias-Resistencias (2001): 48 pinturas, 13
esculturas, 1 video instalación, 120 obras sobre papel de formato medio, 83
bocetos de pequeño formato. Es una serie metafórica que ahonda sus raíces en
las primeras vivencias registradas a título personal en la Sierra de
Francia.
Memorias de esta tierra (2006): tótem de 10 metros en el
restaurante Mirasierra de Mogarraz, escultura que representa el fuerte éxodo de
los años sesenta.
Identidades: archivo fotográfico de D. Bienvenido Vega,
1962-1968. Es una crónica visual que desde la humildad de sus orígenes y sus
gentes nos acerca a las raíces de nuestra vida popular y nos libera del
desconsuelo de la desmemoria. Incluye varias obras.
Variaciones (2007): 132 pinturas, 13 fotografías, 5
esculturas, 1 instalación y 54 bocetos, conjunto de obras resueltas mediante
distintos procedimientos plásticos complementarios. La pintura, la escultura y
la fotografía toman prestadas para la configuración de su morfología icónica
elementos etnográficos pertenecientes al ámbito profesional de la antigua
zapatería.
Cruz de Mingo Molin” (2007), urbanización de una
escombrera en “El Camino del Agua”, prisma de 6 metros de altura sobre
el inexorable derrumbamiento de los sistemas de producción tradicionales
serranos.
En resumen, Florencio es en sí una llamada imperiosa
a todos los serranos para que recuperen la memoria de lo que fueron y emprendan
juntos el camino para llegar a ser lo que deben ser.
Noticia : Salamanca24Horas
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