miércoles, 28 de agosto de 2013

San Bartolo, faro de encuentro en Los Santos

El pasado lunes 26 de agosto las luces de la fiesta se apagaron en Los Santos tras unos días de actividad festiva en los que el buen humor y la alegría llenaron las calles de este municipio de Entresierras. Desde el martes 20 diversos eventos preludiaban los días grandes en honor a San Bartolo; a lo largo de la semana se disputaron campeonatos deportivos y se pudo disfrutar de espectáculos como una escuela de circo, una exhibición de flamenco y una de las citas ineludibles del verano santeño: la XXII edición del Granito Rock, un festival de música que reunió en la plaza de toros a los grupos Flash Division, Galerna, 7Kilos y Revolkon. Evento ya consolidado como uno de los festivales rockeros más importantes de la provincia después de 22 ediciones.
El Granito Rock podría considerarse el chupinazo “musical” para las fiestas de San Bartolo, oficialmente inauguradas el viernes 23 con el pregón de Antonio Pérez, un pasacalles y el divertido concurso de disfraces en el que las peñas echaron todas sus reservas de imaginación. Por la noche la orquesta Princesa amenizó la fiesta con una verbena hasta que el cuerpo aguantó.
El sábado, día del Santo Patrón, la liturgia y la tradición se abrieron hueco entre la algarabía. La iglesia parroquial de la localidad recibió al coro local que hizo las delicias de todos los que acudieron a la misa matinal. Posteriormente, San Bartolo fue sacado en andas en solemne procesión y acompañado por los dulzaineros.
El domingo amaneció con los acordes de la charanga “Granujas a todo ritmo” mientras que la tarde la actividad se centró en el coso taurino donde se lidió una novillada sin picadores para los novilleros David Bolsico (que cortó dos orejas), Alejandro Marcos y el rejoneador Sergio Vegas. La orquesta Colores pintó la verbena nocturna.
El lunes, día del fin de fiesta, se celebró una comida popular amenizada por una charanga en el Tejar. La orquesta Seven fue la encargada de cerrar estos días festivos en que Los Santos se llenaron de alegría y de gente, vecinos, amigos y “exiliados” que tienen a San Bartolo como faro de encuentro anual.



Fotografías
Eva Merino

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