Con alegría, y algo de morriña, los vecinos de
Colmenar de Montemayor despidieron al Cristo de la Salud el pasado domingo
llevándolo en andas nuevamente hasta su Ermita. Con este emotivo acto, centro
de devoción de los colmenarejos, se cerraban las fiestas patronales de este
pequeño municipio de la Comarca de Béjar que ha vivido cuatro días festivos
celebrados a lo grande.
Ya el miércoles 11 calentaban motores de festejo las
peñas de la localidad mientras los más pequeños dejaban todo su arte plasmado
en un concurso de dibujos. Las campanas repicaron al anochecer para dar aviso
del inicio de las fiestas que tuvo prolongación cultural en la presentación de
la obra teatral “Lazarillo de Tormes”.
El jueves se dio inicio a los habituales campeonatos
deportivos aunque la actividad festiva se inició oficialmente por la noche con
una exhibición de baile mostrada por los jóvenes de la localidad. Por la noche
la Discomóvil Infinity lanzó sus colores hasta la madrugada.
El viernes fue el grupo Guateque el que trajo aires
de otros tiempos y ritmos de añoranza a la carpa.
El sábado 14, con todos los “expatriados” regresados para la fiesta grande del fin de semana, se honró como toca al Santo Cristo de la Salud, traído en hermosa procesión desde su ermita hasta la iglesia parroquial donde recibió su misa de rigor y sus plegarias y peticiones de salud (este año, crisis mediante, consta que muchos pidieron trabajo también). Por la tarde el Patrón recibió su ofertorio en el Portal. Los niños también acudieron a la llamada religiosa, aunque bien es sabido que la devoción de los infantes es momentánea y por ello tuvieron su divertimento con el parque infantil y juegos en el campo de fútbol. El grupo Festival amenizó la noche con una buena verbena.
El domingo, tal como iniciábamos la crónica, el Cristo con las honras a cuestas y la devoción de todo Colmenar por montera, fue devuelto a su ermita en multitudinaria procesión que abrió el apetito para una comida de confraternidad en la que se hicieron añoranzas de las próximas fiestas.
El sábado 14, con todos los “expatriados” regresados para la fiesta grande del fin de semana, se honró como toca al Santo Cristo de la Salud, traído en hermosa procesión desde su ermita hasta la iglesia parroquial donde recibió su misa de rigor y sus plegarias y peticiones de salud (este año, crisis mediante, consta que muchos pidieron trabajo también). Por la tarde el Patrón recibió su ofertorio en el Portal. Los niños también acudieron a la llamada religiosa, aunque bien es sabido que la devoción de los infantes es momentánea y por ello tuvieron su divertimento con el parque infantil y juegos en el campo de fútbol. El grupo Festival amenizó la noche con una buena verbena.
El domingo, tal como iniciábamos la crónica, el Cristo con las honras a cuestas y la devoción de todo Colmenar por montera, fue devuelto a su ermita en multitudinaria procesión que abrió el apetito para una comida de confraternidad en la que se hicieron añoranzas de las próximas fiestas.
Cabe destacar que durante todos los festejos estuvo
en vigor un concurso fotográfico para captar la mejor instantánea de Colmenar
de Montemayor, premio que recayó en Mariana Lorca, autora de la mayoría de las
fotografías de esta crónica festiva.
Fotografías :
Mariana Lorca
Edurne Viñas Gómez
Lenia Santero
Grupo Guateque
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