miércoles, 9 de octubre de 2013

Sobre toponimia local y otras menudencias que importan

El proceso urbano ha provocado y está provocando, especialmente en el área rural, la pérdida de un patrimonio cultural como es la denominación de los lugares. Hay que tratar, por ello, de evitar la pérdida de lo que todavía hoy se emplea y de enriquecer este patrimonio recuperando aquellos topónimos que aún perviven en la memoria de una parte, cada vez más reducida, de la población.
Por otro lado, la Administración, al igual que otros usuarios, ha ido plasmando los nombres de lugar de manera rutinaria en diferentes documentos, planos, catastros... sin molestarse, en la mayoría de los casos, en transcribirlos correctamente ni localizarlos con exactitud.

Es este el caso de los nuevos carteles en la carretera de Tamames a La Alberca donde no se sabe quien ha decidido cambiar el nombre a un río que nuestros padres y abuelos siempre llamaron Yeltes. No hace falta remontarse a mapas antiguos, yo recuerdo perfectamente el cartel en el viejo puente de Zarzoso y hasta la misma Confederación Hidrográfica del Duero sabe de su nombre y nacimiento en La Barranca ( El Cabaco ) junto a la Peña de Francia y que pasa por El Cabaco, Puebla de Yeltes donde recibe al Regato de Altejos, Aldehuela de Yeltes, Alba de Yeltes, Castraz de Yeltes, Martín del Yeltes, Villares de Yeltes, Villavieja de Yeltes, donde ya cercano a Yecla de Yeltes confluye con el río Huebra en un paraje realmente mágico ocupado desde siempre por antiguos pueblos, cercano al puente de los siete ojos o puente del Zancado entre Yecla y Bogajo después de haber recorrido 72 km. 
A partir de aquí vuelve a ser un cauce polémico ..es Yeltes o es Huebra, como ocurre ahora con el Arroyo Zarzoso, un funcionario cambió su nombre pasando a considerarse Río Huebra al cauce que desemboca en el Duero, pero sus ribereños nunca lo denominaron así, de hecho pueblos como Yecla o Gema que se encuentran mas allá de su unión llevan el apellido Yeltes.

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