Fotografías : Santiago González Pérez |
Los vecinos de La Bastida, en la Sierra de
Quilamas, se reunieron el pasado sábado en torno al calor de la fraternidad,
para honrar el patrón invernal del municipio, San Sebastián. Fiesta chica
traspasada al más venturoso fin de semana, para acoger el máximo aforo de
visitantes, aunque la meteorología, con la nieve de protagonista, no quiso
perderse los compases del patrón “asaetado” que desfiló en procesión por las
calles del pueblo, buscando el cobijo de la iglesia parroquial donde se le
ofició la misa de rigor.
La
fiesta, escueta pero entrañable, terminó con una comida popular en el Hogar del
Toro donde vecinos y amigos degustaron un buen cocido y se contaron las nuevas
y previsiones para el nuevo año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario