Tal como venimos informando desde este Cuaderno en los últimos meses, el patrón de Valero, San Valerio, tiene problemas de estructura en su “apartamento”
y desde el Ayuntamiento y la Parroquia de este pueblo salmantino se han puesto
manos a la obra para salvar el retablo del santo. Gracias a la campañas de
donativos y a la ayuda del propio consistorio, hace varios meses que se
iniciaron los trabajos de restauración de este bien patrimonial de nuestra
Comarca.
La
restauración la está realizando, para dar más valor comarcal a la misma, una vecina
de Sotoserrano y su equipo de trabajo, Alejandra del Barrio Luna, restauradora
por la ESCRBC de Madrid e Historiadora del arte por UVA además gestora
cultural por la UNED. A nivel estructural y de talla la obra ha estado a cargo
de Alberto Martín Cascón, tallista-cantero-ebanista.
Todo
el proceso de restauración ha sido de puertas abiertas para que los vecinos
pudiera valorar y conocer in-situ la evolución de los trabajos. El próximo
jueves, 17 de abril, Jueves Santo, el equipo de restauración celebrará una
jornada explicativa para todos los que quieran conocer de primera mano los
trabajos que se están realizando.
San
Valerio y su mano salvadora
El
retablo de San Valerio ha sido sometido básicamente a dos procesos: 1.
conservación y 2. restauración. La conservación ha constado de : fijar la
policromía que se encontraba separada del soporte en grado de aparejo (conocido
como sentado de color)
La
siguiente fase de conservación ha sido el desmontaje, reestructuración y
montaje. En esta fase se ha tenido que quitar todos los anclajes metálicos (un
trabajo minucioso y complicado porque las puntas eran de 7 cms y bastante
gruesas) que habían provocado fisuras, grietas y múltiples fracturas en la
madera debido a la diferencia de dilatación entre la madera -que siempre está
viva- y el metal que no presenta movimientos y con la oxidación degrada la
madera por hongos y por roturas.
Los anclajes se han reestructurado por espigas
de madera de haya con reencolado y con gatos que por presión han vuelto a dar
estabilidad a la pieza. Las piezas por último se han consolidado en la madera
atacada por xilófagos y se han sustituido piezas estructurales que presentaban
fuerte deterioro y hacían desestabilizar el retablo. En estos momentos esta
primera fase ya ha sido realizada.
En cuanto a la restauración
en sí, se ha realizado una limpieza con medio químico para eliminar el barniz
de goma laca que estaba oxidado. A nivel volumétrico se han reproducido todos
los volúmenes perdidos - sobre todo concentrados en el lateral izquierdo por la
presencia de exposición a agua constante- en motivos vegetales y en molduras
estructurales. La siguiente fase ha sido reponer todo el estuco en las zonas
que no conservaban. El estuco sirve para consolidar la policromía al sellar las
lagunas y para dotar de valor estético a la pieza una vez que se realiza el
último paso que es la reintegración cromática que se ha realizado toda ella con
rigatino en acuarela para que toda la intervención sea discernible a corta
distancia pero que desde un metro no altere a la visión total del conjunto
Además de estos trabajos, urgentes por su propia naturaleza, posteriormente se restaurarán el retablo de San Antonio de Padua y las imágenes de San Sebastián y Santa Bárbara, financiadas por el Ayuntamiento de Valero.
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