Como suele ser habitual, la Hermandad de Donantes de
Salamanca, encargada del procesión de donación de sangre en los pueblos de la
provincia, quiso acercarse en primera persona y agradecer a los vecinos de
Candelario y sus pueblos limítrofes por su generosidad “regalando vida” durante
los últimos meses.
En un acto celebrado en los
salones del Consistorio candelariense y ante numerosos vecinos que acudieron a
la cita, representantes de la Hermandad ofrecieron una charla abierta al público
sobre la necesidad de donar sangre. Posteriormente, y siguiendo la tradición,
se entregaron las distinciones a los donantes de la zona que habían superado
las donaciones requeridas para recibir los reconocimientos.
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