Los “Oblatos de Linares” celebran su fiesta en Colmenar

Fotografías : MARIANA LORCA

La parroquia de Colmenar de Montemayor acogió el pasado viernes 30 de mayo la fiesta de los Oblatos de San José, congregación religiosa formada por sacerdotes y estudiantes peruano afincada en Linares de Riofrío.

Dada la falta de vocaciones sacerdotales en la provincia, y en España en general, la diócesis de Salamanca invitó a algunos sacerdotes de Perú a incorporarse a la actividad pastoral en la zona. Uno de estos sacerdotes, Marcos Trujillo, tomó las riendas el año pasado de algunas parroquias de la Comarca de Béjar, entre ellas Colmenar de Montemayor, Valdehijaderos, Valbuena y Aldeacipreste.

Cada 30 de mayo, con motivo del fallecimiento del fundador de la Orden, San José Marello, los oblatos celebran este día con devoción y pasión, uniendo sus oraciones a las de los fieles de sus parroquias. Y el pasado viernes, día de San José Marello, los sacerdotes peruanos quisieron compartir su fiesta con los feligreses de Colmenar.

A la solemne Eucaristía acudieron varios sacerdotes de la zona (El Cerro, Lagunilla, Linares de Riofrío…) así como el vicario general de la Diócesis de Salamanca, D. Florentino Gutiérrez. Posteriormente, junto a varios vecinos de la localidad, celebraron una comida de hermandad en un ambiente festivo y relajado.

Los Oblatos de “Linares”

La congregación de Oblatos de San José (fundada en Italia en 1878) inauguró su “casa” (la primera en España) en Linares de Riofrío en octubre de 2012. Allí se establecieron Marcos, Pablo y Manuel, tres religiosos de esta orden procedentes de Perú que desde entonces colaboran y animal la vida pastoral tanto de la parroquia de Linares como del arciprestazgo de la Peña de Francia. 

Marcos Trujillo fue nombrado vicario parroquial de Linares y posteriormente recibió el encargo de llevar las parroquias del sur de la Comarca de Béjar. Los otros dos actualmente están estudiando Teología y Derecho Canónico en la UPSA. 
Dada la escasez de sacerdotes los Oblatos de Linares se han convertido en una “solución” de urgencia, aunque firme, para atender las parroquias de la región.