Noticia : La Gaceta de Salamanca |
El párroco agustino
Luis Francisco Andrés del Castillo, nacido en Tamames, dejó hace años de
lamentarse por las injusticias y comenzó a luchar activamente por todas
aquellas desigualdades que invaden el mundo de los más necesitados, en
particular por una comunidad indígena de Panamá, olvidada y destinada a
sobrevivir a base de penurias.
Decidió que su casa
y lugar de trabajo sería la montaña, en la comarca Ngöbe Buglé, donde la
presencia humana parece imposible. La desnutrición, la incomunicación, la mala
higiene, la desigualdad, la falta de agua corriente eran algunos de los
problemas contra los que el padre de origen “pucherero” debía luchar en su misión.
Una de las
situaciones más graves era el desplazamiento que debían hacer los niños a
diario, caminar más de dos horas para acudir al colegio, atravesando ríos,
subiendo y bajando colinas, desfilando por senderos hasta llegar a su escuela
en el Llano Ñopó. Para evitar ese periplo tan peligroso, construyó hace cinco
años la residencia “Padre Moisés” gracias a los fondos de la ONG creada en Tamames
“Los niños del Llano”
Esta agrupación
solidaria fruto del empeño de Luis Francisco Andrés, familia y amigos, ha
conseguido recibir el apoyo de toda la localidad. Hoy los gastos que ocasiona dicha
residencia son costeados por dicha ONG a través de las cuotas de sus socios y
de distintas actividades que se realizan a lo largo del año en Tamames, como la
carrera solidaria o el torneo de fútbol sala.
La primera carrera solidaria organizada por la agrupación Puchebike y la ONG de Tamames “Niños del
Llano” consiguió recaudar cerca de 1000 euros que se destinaron íntegramente para
la misión desempeñada en Panamá. El último curso el número de pequeños en la
residencia ha subido hasta 40 al comenzar a funcionar la instalación para
niñas. Estos alumnos pagan una cuota mínima para ayudar a los gastos y que se
mentalicen de que todo cuesta y las ayudas no siempre van a estar ahí.
Javier Andrés del Castillo
es el hermano del padre agustino que trabaja en Panamá y se encarga de
organizar la ayuda que parte desde la localidad de Tamames hasta la lejana
selva centroamericana.
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