Durante los días 13 a 15 de
junio se ha celebrado en el Palacio de Carlos V, en La Alhambra de la ciudad de
Granada, la XXXIII Reunión de Asociaciones y Entidades para la Defensa del
Patrimonio Cultural y su Entorno organizada por Hispania Nostra, en esta
ocasión dedicado al Patrimonio Cultural y el Paisaje. El Grupo Cultural San
Gil, que es miembro asociado de esta organización desde hace más de 20 años,
asistió a la misma y presentó una comunicación sobre El paisaje industrial de
Béjar. Además, en los diferentes debates que se desarrollaron hubo la
oportunidad de plantear los últimos acontecimientos relacionados con la Villa
Renacentista El Bosque de Béjar, entre ellos su inclusión en la Lista Roja de
patrimonio en peligro.
Noticia : BIZARTE |
Estas reuniones suponen una
excelente oportunidad de encuentro entre las asociaciones comprometidas con la
defensa del patrimonio español en cualquiera de sus modalidades y permiten
poner en común tanto las inquietudes generales como los problemas particulares
que viven cada una de ellas, fomentando el apoyo mutuo. Al mismo tiempo, las
experiencias que allí se exponen ayudan a comprender la dimensión de las
dificultades por las que atraviesa la conservación del patrimonio cultural en
nuestro país, acrecentadas en estos tiempos de crisis.
Al haberse priorizado desde la Administración la solución de los problemas económicos de ciertos estamentos y la macroeconomía sobre la situación de la ciudadanía en general, el cuidado y conservación de muchos elementos patrimoniales locales ha pasado a un segundo término, quedando en más de una ocasión casi olvidado o abandonado a su suerte. Y es aquí donde las asociaciones juegan un papel fundamental, a pesar de las dificultades para llevarlo a cabo. Hemos conocido de primera mano la deplorable situación en que se encuentran entornos como La Vega granadina, ciertos barrios de El Albayzín, las instalaciones hidráulicas históricas de la provincia de Alicante, la Huerta de Murcia, el Museo Vostell- Malpartida en Extremadura o el paisaje cultural de La Molineta, en Almería, entre otros muchos. Pero también hemos podido ver con satisfacción la implantación del proyecto integral de conservación de olivos milenarios del Territorio Sénia (con parte en las CCAA de Valencia, Cataluña y Aragón) o el éxito judicial obtenido por la asociación ADEPA de Sevilla, a quién el Tribunal Supremo ha dado la razón, invalidando parte del PGOU de la ciudad por vulnerar frontalmente la legislación de protección de patrimonio histórico.
Este último
aspecto, la posibilidad de recurrir a la justicia en casos de infracciones
flagrantes por parte de las administraciones responsables de la conservación de
los bienes patrimoniales, despertó bastante interés entre los asistentes, y se
apuntó como una posible vía a seguir a pesar de las dificultades que presenta,
especialmente después de la última reforma llevada a cabo por el Partido
Popular.Al haberse priorizado desde la Administración la solución de los problemas económicos de ciertos estamentos y la macroeconomía sobre la situación de la ciudadanía en general, el cuidado y conservación de muchos elementos patrimoniales locales ha pasado a un segundo término, quedando en más de una ocasión casi olvidado o abandonado a su suerte. Y es aquí donde las asociaciones juegan un papel fundamental, a pesar de las dificultades para llevarlo a cabo. Hemos conocido de primera mano la deplorable situación en que se encuentran entornos como La Vega granadina, ciertos barrios de El Albayzín, las instalaciones hidráulicas históricas de la provincia de Alicante, la Huerta de Murcia, el Museo Vostell- Malpartida en Extremadura o el paisaje cultural de La Molineta, en Almería, entre otros muchos. Pero también hemos podido ver con satisfacción la implantación del proyecto integral de conservación de olivos milenarios del Territorio Sénia (con parte en las CCAA de Valencia, Cataluña y Aragón) o el éxito judicial obtenido por la asociación ADEPA de Sevilla, a quién el Tribunal Supremo ha dado la razón, invalidando parte del PGOU de la ciudad por vulnerar frontalmente la legislación de protección de patrimonio histórico.
A lo largo de las exposiciones se hizo hincapié en el concepto de paisaje, considerado en el Convenio Europeo del Paisaje (hecho en Florencia en el año 2000 y ratificado por España en el 2008) como bien cultural a proteger frente a las agresiones de las nuevas construcciones, idea que ya pusiera de manifiesto Víctor Hugo en el siglo XIX. Entre los principios de la nueva política se destacarían la valoración del paisaje como elemento importante de la calidad de vida de las poblaciones, como generador de culturas locales o como forma de apropiación y representación social del territorio, así como la participación ciudadana en su gestión. En relación con este asunto se puso de manifiesto una cierta evolución en algunas capas de la sociedad hacia un nuevo paradigma, una toma de conciencia sobre el territorio y su puesta en valor. Y también la necesidad de que los gobiernos locales sean sensibles a estos planteamientos y colaboren con las plataformas ciudadanas que puedan crearse para evitar el deterioro del patrimonio cultural de nuestro país, que tenemos la obligación de traspasar a nuestros descendientes.
Lola González Canalejo
Presidenta del Grupo Cultural San Gil
Presidenta del Grupo Cultural San Gil
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