martes, 3 de junio de 2014

Una devoción por “artículo 33”

Crónica y fotografías : CASAMAR - LA GACETA DE SALAMANCA
En la soleada mañana de este domingo muchos turistas en La Alberca se toparon con la impresionante imagen de cerca de un centenar de hombres con capa charra y negros sombreros serranos. La estampa correspondía a una de las tradiciones religiosas más arraigadas en la localidad de la Sierra de Francia, la fiesta en honor al Cristo del Sudor.
La procesión de los cofrades se realizó en la zona aledaña a la iglesia de la Asunción. Los cofrades son sólo 33, aludiendo a la edad de Cristo el resto son "aspirantes" a cofrades. Así lo manda la tradición que se cree que nació en el pueblo en el año 1685.
El sobrio programa de la fiesta comenzó con la caminata de los cofrades ataviados con las capas charras y los sombreros negros. En profundo silencio acompañados por la gaita y el tamboril acuden a la iglesia donde se oficia una misa pero encabezada por la capilla del Cristo del Sudor, situada en el brazo derecho del templo. Los cofrades portan velas durante gran parte de los oficios y al terminar se disponen a realizar la misma caminata que termina en la casa del abad, situada frente a la iglesia parroquial.
El Cristo venerado esconde una leyenda que cuenta que en 1665, una mujer que peregrinaba a la Peña de Francia, entró en la iglesia de La Alberca a rezar, y se arrodilló ante el altar del Cristo, viendo en ese momento que sudaba sangre.
Decenas de turistas y grupos que se encontraban en el pueblo serrano asistieron asombrados a la imponente procesión religiosa e incluso a la misa que llenó por completo el templo albercano. La localidad mostró una vez más su arraigo al pasado.

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