ENTRESIERRASrd | Los
vecinos del municipio acompañaron a la imagen de la patrona en su procesión de ascenso
En el mes de noviembre informábamos desde las
páginas de este Cuaderno de la llegada de 'savia nueva' a la mayordomía de la
patrona de Gallegos de Solmirón. La Virgen de Gracia Carrero presumió este fin
de semana de 'cuidadoras' en el Día de la Ascensión, uno de las fiestas
litúrgicas más importantes de esta localidad del Alto Tormes y que volvió a
reunir a vecinos e hijos del pueblo en torno a una tradición que traspasa las
creencias para convertirse en un motivo de hermandad en el pueblo.
El pasado domingo la Virgen de Gracia Carrero,
impaciente en su ermita, volvía a encaramarse a hombros de las mayordomas de
este año para viajar hasta la iglesia parroquial donde permanecerá junto al
Niño Jesús hasta el día 15 de agosto, fiesta de la Asunción, y posteriormente
hasta las fiestas patronales del municipio que se celebran en el mes de
septiembre.
Tita, como mayordoma mayo, Vanesa, Isabel y
Olga, ejercieron de anfitrionas de este día, para el que han estado trabajando
durante los últimos meses en la preparación de cada detalle.
"Son muchos años siguiendo la
tradición", comenta Olga León, una de las mayordomas, "pero para
nosotras este ha sido especial. Apenas una hora y quince minutos de acto, una
misa y una procesión, pero mucho trabajo y una gran ilusión detrás".
En la víspera de la Ascensión las cuatro
mayordomas prepararon la ermita para que no faltara detalle, ayudadas por sus
familias y parejas. "Fue un momento emocionante pues fue la primera vez
que estamos frente a ella, Nuestra Señora, de una manera tan informal. No
sabíamos bien qué hay que hacer. Nos explican cómo tenemos que colocarle el
traje a la Virgen, las joyas, la corona. Incluso, algunos trucos para correcta
preparación. El objetivo es que al día siguiente ella luzca perfecta". Las mayordomas y sus ayudantes se ocuparon
también de engalanar la iglesia, las flores, la luz…
El domingo al mediodía el pueblo de Gallegos de
Somirón se reunió en la Plaza para ascender a la ermita al ritmo de los
dulzaineros donde se ofició una solemne misa en honor a la patrona. Acto
seguido la imagen de esta advocación única en la comarca fue sacada al exterior
donde se le cantó una salve a la puerta de la ermita para a continuación
iniciar la procesión precedida de la imagen del Niño Jesús, rodeada de los más
pequeños, hasta llegar a la iglesia donde ambos aguardarán a la llegada del
verano, y sus días grandes. Y festivos claro.
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