ENTRESIERRASrd | El templo
parroquial, uno de los más importantes de la zona, sufre desde hace tiempo
filtraciones en las naves laterales
Los vecinos de Gallegos de Solmirón han iniciado
una campaña para conseguir arreglar las humedades que afectan a su iglesia
parroquial. El templo eclesial de este municipio del Alto Tormes, uno de los
más espectaculares de la comarca tanto por sus dimensiones como por los tesoros
que esconde entre sus muros, ha recibido algunas mejoras en los últimos años
para su protección patrimonial, entre ellas, el arreglo del tejado, lo cual no
ha sido suficiente para evitar las filtraciones de agua, especialmente en las
naves laterales y ventanas que están deteriorando gravemente las partes altas
del edificio.
La Iglesia es el monumento más emblemático del
municipio; su construcción se remonta al siglo XV, un siglo después el templo
se amplía y se remata con una cabecera de planta semihexagonal y una bóveda de
crucería. En el siglo XVII se añade la sacristía. Son dignas de reseñar sus
grandes dimensiones, el suelo, los arcos y la pila bautismal de granito y los
retablos del Altar Mayor. Adosado a la fachada norte del templo hubo un
convento dominico que dependía de la cercana localidad de Piedrahita y del que
no quedan más que algunas señales, como la cruz y el escudo de la orden en la
parte central de la fachada, así como la imagen de Santo Domingo de Guzmán en
talla de madera que se conserva en el Altar Mayor.
Desde Gallegos de Solmirón están muy preocupados
por el avance cada vez más evidente de las humedades en el edificio e instan a
las autoridades competentes, Diócesis de Salamanca (a la que pertenece la
parroquia) o incluso a Patrimonio a tomar medidas urgentes para un mayor
deterioro y evitar que el paso del tiempo convierta este problema en algo mucho
más grave.
Guijo de
Ávila acaba con sus goteras
El ejemplo contrario lo encontramos en Guijo de
Ávila, cuya parroquia junto a la Diócesis Salmantina han realizado una
inversión cercana a los 4.500 euros para acabar con las goteras en el edificio
parroquial. Tal como informa LA GACETA DE SALAMANCA, hasta el momento, las donaciones de
ocho familias de la localidad han permitido sufragar 1.000 euros de los
necesarios, de modo que restan más de 3.000 por pagar al Obispado y que
saldrán, entre otros aspectos, de las colectas extraordinarias celebradas en
los últimos días con motivo de las fiestas patronales de San Antonio, así como
de las tradicionales rifas de diferentes productos, como el roscón, los
embutidos o el vino.
De hecho, el párroco, Amable García, aprovechó
las pasadas fiestas patronales para solicitar el “apoyo y participación
generosa” para seguir pagando la reparación y dar por concluidas las obras.
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