ENTRESIERRASrd | Cientos de personas se reúnen en Puerto de Béjar para
recordar y homenajear a Antonio Sánchez Sastre, tío Tete, fallecido hace unos
meses
Cientos de personas
quisieron recordar el pasado sábado a uno de los personajes ilustres de Puerto
de Béjar. Antonio Sánchez Sastre, tío Tete, querido vecino del municipio
fallecido hace unos meses recibió el homenaje que sus amigos y vecinos venían
preparando desde principios de año.
El rincón lateral de la
iglesia ya luce el monolito en homenaje a este personaje que ya quedará por
siempre en la memoria del pueblo, porque ha salido del propio pueblo,
movilizado desde diferentes sectores para recaudar fondos y conseguir erigir
este recuerdo que ya será eterno.
Un alma limpia y luminosa
"El rumor que cruzó las calles de nuestro pueblo,
cuando este homenaje empezó a tomar forma, allá por el mes de enero, es hoy una
feliz realidad de la que todos estamos gozando", comentó Antonio
Álvarez-Monteserín, uno de los promotores del homenaje. "Por aquí han
pasado paisanos y personas muy significativas que hubieran merecido un
homenaje, personas que han dejado una huella muy especial no solo en sus
familias sino en las gentes del pueblo, personas a las que se guardará un
imperecedero recuerdo.
Pero, por lo que fuera,
no sabemos por qué, quizá por ese “don especial” que atesoraba Antonio, fue su
muerte la que hizo hablar a la calle, a
las redes sociales y al pueblo, reclamando “algo distinto”, y ese es,
precisamente, el significado de este emotivo homenaje que estamos viviendo esta
tarde bajo este cielo castellano.
Claro que sí, Antonio
fue un hombre con un perfil humano muy especial, tal vez “único”; con toda
seguridad “irrepetible”. Fue una persona
donde confluían una inmensa retahíla de valores y virtudes, todas ellas
encauzadas al servicio de los demás, a dar sin esperar recibir.
Si quisiéramos hacer una
síntesis de todas las aportaciones que brindó Antonio a su pueblo de modo
altruista, se necesitarían muchos metros de papel, sería imposible.
Sus palabras a medias
fueron suplidas por su inmenso corazón, un corazón tan grande que llenaría la
profunda hondonada que hay entre Peñanegra y
la Sierra de Francia.
Sus pasos vacilantes
fueron suplidos por su firmeza de espíritu en hacer cuantas tareas el mismo se impuso, siempre a favor de los
demás.
Su cuerpo fatigado albergaba un alma limpia y luminosa, igual
que aquellos pedazos de colores que subían a los cielos cada vez que un cohete
salía de sus manos y clareaba en la plenitud de la noche.
¡Gracias, Antonio,
porque hiciste de tu vida un Poema donde rimaron con luminosa armonía palabras
que tú guardabas como tesoro en los más hondo de tu enorme corazón: ternura,
alegría, entrega, generosidad, sencillez, bondad, cariño, fiesta, servicio…
Y nosotros, a partir de
ahora, cada vez que te miremos, leeremos cada día el Poema de tu vida y
estaremos obligados a cumplir el
mensaje de paz y bondad que nos dejaste
escrito en cada rincón del pueblo. Tu tocayo y espléndido poeta, Antonio
Colinas, no puede ser más certero cuando, al identificar la Vida de una persona
con un Poema, define al Poema como “el fruto que da paz al mundo y a nosotros…”
"Una persona llana y humilde"
Desde el Ayuntamiento de
Puerto de Béjar, presentes también en el acto de homenaje, han querido destacar
el agradecimiento a Antonio Álvarez-Monteserín y Antolín Gil, los dos grandes
promotores, así como el apoyo de todos los vecinos del pueblo que con sus
aportaciones económicas totalmente anónimas han hecho posible el acto y el
monumento en recuerdo del tío Tete.
"Siempre es bueno
destacar", comentó el concejal José María Harguindey, "lo que una
persona llana y muy humilde puede llegar a representar y conseguir con la
entrega al prójimo y sin buscar ninguna recompensa. Esto demuestra que la fama
y el éxito no son exclusiva de personalidades públicas, genios y mentes
privilegiadas".
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