ENTRESIERRASrd | Estos
elementos arqueológicos son típicos de la cuenca del valle alto del Alagón a su
paso por la baja Sierra de Francia
El pasado 30 de abril miembros del grupo Desde Fuentes de Abajo tuvieron la oportunidad de conocer dos nuevos lagares
rupestres "en pagos del término municipal de San Esteban no escudriñados
hasta el momento".
Guiados por Juan Gil pudieron sacara a la luz el
primero de ellos, lagar pequeño de único recipiente, lleno de cantos y
aparentemente bien conservado. Se localiza en el borde de actual pradería,
junto a un gran bolo granítico y rocas de menor entidad. Se sabe que esta
parcela, antes de convertirse en pastizal, fue campo de cultivo de cereal y
fresón durante la segunda mitad del siglo XX.
"Guiados por la intuición", continúan
Desde Fuentes de Abajo, "nos dirigimos hacia otra demarcación a poco más
de medio kilómetro del anterior lugar y como la suerte a veces acompaña al que
la busca, en el interior de un cercado que debió alternar agricultura y
ganadería surgió otro pequeño lagar
enterrado, cuestionable seguramente para
quienes son ajenos al tema".
Aunque no se ha excavado, las dimensiones de la
pila mayor están claras. Menos evidente es el pilón al estar enterrado y verse
solamente el corte en la piedra por donde discurriría el mosto.
Lagares con historias por contar
"Si nos referimos a lagares, con seguridad
que en el lejano pasado hubo cultivo de vid, bien claro que con formas muy
diferentes de las que conocemos en la actualidad. El antiguo poblado de Santa
María del Rando, citado en el Libro de la Montería de Alfonso XI y del que
desconocemos sus orígenes, es posible que aglutinara estos territorios en algún
momento aunque no se descarta un poblamiento de gran diseminación en tiempos
remotos".
Los lagares rupestres son típicos de la cuenca
del valle alto del Alagón a su paso por la baja Sierra de Francia y, tal como
informamos en su momento, son elementos arqueológicos bastante desconocidos
para los historiadores.
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