martes, 31 de mayo de 2016

Tras la pista de los orígenes vetones de Sorihuela

ENTRESIERRASrd | Bernardo Martín-Sagrado presentará este viernes su obra 'Sorihuela, colina vetona' en el Casino Obrero de Béjar
Es coletilla común a la mayoría de nuestros pueblos atribuirle un origen prerromano o vetón, en algunos casos de arqueología evidente y en otros simples conjeturas de un nacimiento legendario que, en la mayoría de los casos no pasa de la pura teoría. No es el caso del municipio de Sorihuela que gracias al trabajo del escritor Bernardo Martín-Sagrado puede "presumir" de este origen vetón con datos históricos.

'Sorihuela, colina vetona' fue presentado este verano en la propia localidad de la comarca de Béjar y en su período de divulgación llegará este viernes, 3 de junio, hasta la Sala de Exposiciones y Conferencias del Casino Obrero de Béjar.
En la conferencia, que arrancará a las 20:15 h. intervendrán Ramón H. Garrido, presidente del Casino Obrero, Nieves García, alcaldesa de Sorihuela y el propio autor del trabajo.
La importancia del Olmo, principio de asentamiento
Tal como explican desde la web oficial de Sorihuela, la localidad puede deber su emplazamiento a un antiguo asentamiento formado alrededor de un árbol central, asentamiento para el que fue necesario la tala de muchos árboles, dejando un amplio espacio en el centro donde iban a construir edificaciones, este sería su plaza mayor o centro cívico. En el centro de este recinto dejaban un olmo, siempre el mejor de ellos, en algunos pueblos fueron sembrados previamente, también consideraban el destino de cualquier árbol al igual que ocurre a los demás seres vivos, incluyendo al del ser humano, que es nacer, vivir y morir.
¿Qué funciones ejercieron estos árboles? Fueron varias primordiales y románticas. En primer lugar fueron centro de reunión, debajo de su sombra los vecinos se reunían para celebrar asambleas y concejos, en los cuales dictaban leyes previo acuerdo entre ellos, se daban normas de una u otra índole para la ordenación del territorio y la buena marcha de la comunidad, mantenimiento de costumbres y tradiciones, también a su sombra se desarrollaron grandes romances amorosos y como no algún que otro acuerdo furtivo para cometer algún acto delictivo o pintoresco.
Este tipo de sacralización totémica a nivel urbano parece hundir sus raíces en la tradición vetona de la zona.



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