ENTRESIERRASrd | La V
Marcha Arriera unió la cima de la Peña de Francia y El Casarito en una jornada
soleada y marcada por el buen ambiente
La V Marcha Arriera organizada por la Asociación
de Amigos del Camino de los Arrieros, Sierra de Francia-Entresierras reunió en
la mañana de este sábado a una quincena de caminantes para recorrer los 7
kilómetros que dan inicio a esta senda histórica y que vertebra las comarcas
del sur de Salamanca a través de un trazado medieval de más de 70 kilómetros.
Los 'arrieros' de ACASIFE dieron este primer
paso desde el Santuario de la Peña de Francia, punto de inicio (o final) de
este camino arriero que además era utilizado antiguamente por los peregrinos
que, desviados de la Vía de la Plata en Puerto de Béjar, ascendían hasta la
Montaña Sagrada salmantina. Desde allí y para enlazar nuevamente con el camino
jacobeo, los viajeros transitaban las sendas que unen la Peña con El Casarito,
San Martín del Castañar, Sequeros, Villanueva del Conde, Garcibuey y Santibáñez
de la Sierra, para desde aquí tomar rumbo a Fuenterroble de Salvatierra o
Valverde de Valdelacasa y volver a caminar por la vía romana hasta Compostela.
Pasadas las 9:30 h. los "arrieros
peregrinos" iniciaron su camino, visitando la capilla de la Blanca,
levantada sobre la gruta en la que el francés Simón Vela halló la talla de la
Virgen de la Peña de Francia. Allí, y en descenso continuo desde los más de
1.700 metros de altura, los caminantes fueron disfrutando del paisaje de la
mano y guía de Juan Manuel Ballesta, presidente de ACASIFE y promotor del
proyecto.
A media mañana se hizo parada en el paraje de
los Castillejos, donde se hizo un pequeño repaso a la arqueología de la zona,
entroncada con numerosas leyendas locales. Allí Ballesta hizo un pequeño gran
recorrido histórico, desde los 400 millones de años cuando esta zona era un
gran mar tropical (testimonio de ellos son los fósiles de Monsagro y otros
tantos que se encuentran en los alrededores) a las pinturas rupestres halladas
en la cabecera del río Lera por Ramón Grande del Brío. También se hizo especial
hincapié en el hallazgo de un ara votiva en honor a Ilurbeda, diosa vetona
protectora de los puertos de montaña y de los caminantes. También aquí, en los
Castillejos, el padre César Morán encontró restos de lo que él identificó como
un castro de la Edad del Hierro, aunque no se pudo verificar porque no se
llevaron a cabo en su día las investigaciones pertinentes.
Finalmente, y ya cercanos al punto de destino,
los castaños centenarios de El Casarito y las famosas Caras de Tomé enmarcaron
el punto y final de una ruta que finalizó a las 14:00 h. con la comida de
hermandad en el área recreativa de El Casarito.
Las marchas arrieras de ACASIFE despiden así
temporada. La organización ya trabaja en el nuevo calendario de actividades que
se pondrá en marcha a partir del próximo mes de septiembre.
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