jueves, 2 de junio de 2016

Our Lady of Peñafrancia

ENTRESIERRASrd | Una mirada viajera a la devoción de la Virgen de la Peña de Francia, patrona de la región de Bicol, en Filipinas, donde le rinden culto más de 6 millones de personas
La devoción a la Virgen de la Peña de Francia fue durante siglos uno de los cultos más arraigados en el orbe católico mundial. El fervor por la actual patrona de Castilla y León, a hombros de los monjes dominicos, fue portado hasta los confines del planeta y aunque con el tiempo la devoción a la imagen 'morena' salmantina fue decayendo en muchos (incluso en la propia España), aún perduran imágenes de Nuestra Señora de la Peña en lugares tan alejados como curiosos.
Es el caso de la ciudad de Naga, en Filipinas, donde la Virgen de la Peña de Francia no solo es centro de devoción multitudinaria sino que ha pervivido como patrona de la región de Bicolandia y ha creado un entramado de tradiciones y ritos propios de los lugareños.
De San Martín del Castañar a Filipinas
Las crónicas narran como un español, oriundo de San Martín del Castañar, Miguel Robles de Covarrubias, se instaló en la ciudad de Cavite en el año 1712. Un día este serrano, hijo de funcionario y seminarista de la Universidad de Santo Tomás en Manila, cayó gravemente enfermo. Él y su familia oraron a la Virgen de la Peña de Francia (a cuyos pies nació el sanmartinense) con una imagen de la Virgen apretada contra el pecho y prometiendo que, si le otorgaba la curación, construiría en agradecimiento una capillas a orillas del río Pasig en Manila.
Miguel curó "milagrosamente", y fue ordenado sacerdote no en Manila, pero sí en la Ciudad de Nueva Cáceres (ahora la ciudad de Naga) por el obispo Andrés González. Para cumplir su voto, Miguel (que fue el primer sacerdote diocesano ordenado en Naga), hizo dos cosas. En primer lugar, movilizó a los nativos a lo largo de las laderas del monte Isarog para construir una capilla en un lugar a orillas del río Bikol. Tras ello ordenó a un artesano local para tallar una imagen modelada según la imagen de la Virgen de la Peña de Francia que siempre llevaba consigo.
Las historias de milagros que rodean a la imagen rápidamente comenzaron a circular. Curiosa resulta, por lo tribal, el milagro del perro resucitado. Cuentan que el animal fue sacrificado para utilizar su sangre en la pintura de la imagen recién tallada de la Virgen, y el cadáver fue arrojado al río Bikol. El perro de repente volvió a la vida y comenzó a nadar; cientos fueron testigos del evento. Como gusta decir en los noticiarios, añadiremos aquello de "presuntamente". Las noticias de muchos otros milagros se extendieron rápidamente, al igual que el culto público a la imagen. También dicen que una carta enviada por Miguel a los dominicos en Salamanca en 1712 reportó numerosos milagros por intercesión de la Virgen.
La imagen, que toma el nombre agregado de 'Peñafrancia' (en inglés Our Lady of Peñafrancia) se conoce a los devotos por el título Ina, un término local para la "madre".
La Coronación Canónica de la Virgen de la Peña de Francia como "Patrona de Bicolandia" tuvo lugar el 20 de septiembre de 1924, oficiada por Monseñor Guillermo Piani, el Delegado Apostólico. La imagen de la Virgen de la Peña de Francia está consagrada en la iglesia, en la calle Balatas.
El robo de la imagen
Curiosamente, y tal como sucediera en la Sierra de Francia a lo largo del siglo XIX, en la mañana del 15 de agosto de 1981, la imagen de la Virgen filipina fue robada de su altar. La noticia sacudió a toda la región. Rápidamente se inició una búsqueda masiva que incluyó a personal militar, durante el cual murió un policía y un teniente de la policía resultó herido. 
Finalmente la imagen no apareció y ante la necesidad de que la efigie es principal protagonista en las fiestas del traslado y la procesión fluvial, la iglesia encargó la manufactura de una nueva imagen, por cierto, donada por la primera dama Imelda Marcos.
Aunque también, como en el caso serrano, un año después la imagen fue devuelta al obispo local siendo nuevamente entronizada el 8 de septiembre de 1982.
La procesión fluvial
La fiesta de la Virgen de la Peña de Francia se celebra el tercer sábado y domingo de septiembre en la ciudad de Naga. Cerca de 6 millones de bicolanos y foráneos pasan de manera sucesiva para rendir honores a la Virgen salmantino-filipina. Durante estos días se oye el tradicional 'Viva la Virgen' en español, que los filipinos gritan por doquier. El primer día festivo se traslada la imagen hasta la catedral de Naga, donde se celebra la novena y el último día es devuelta a su santuario siguiendo la ruta del río Naga. La colorida procesión nocturna está iluminada por miles de velas de barcos de escolta que siguen a la imagen. Este ritual de traslado se conoce como la Procesión Fluvial y es considerado el evento religioso más grande y popular en Filipinas.




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