ENTRESIERRASrd | La
enfermedad afecta a una pequeña parte de las vides de la Sierra, cuyos
viticultores se mantienen en constante alerta
Bajo el título 'Control biológico de las
enfermedades de madera de vid: un reto en la sostenibilidad del sector
vitivinícola de Castilla y León’, un equipo de la Escuela Superior y Técnica de
Ingeniería Agraria (ESTIA) de la Universidad de León liderado por Pedro Antonio
Casquero ha conseguido ser uno de los tres seleccionados en la convocatoria
2015 del Premio de Investigación del Consejo Económico y Social de Castilla y
León y de las universidades públicas de León, Burgos y Valladolid, que integran
el Campus de Excelencia Internacional – Triangular E3.
Según explica Casquero a la plataforma Agronews Castilla y León, se trata de “usar
hongos naturales que hay en las cepas de Castilla y León para controlar hongos
patógenos que afectan de vid”, concretamente los conocidos como ‘la yesca’, que
causan importantes daños en el rendimiento de la plantas. Los ‘hongos buenos’
son del género trichoderma, “viven con las plantas y combaten naturalmente a
los hongos malos”. El equipo investigador, formado por 17 personas, ha
observado cómo algunas cepas viejas superaban los ataques de yesca y se
recuperaban sin tratamiento, es decir, explica Casquero, que “en la naturaleza
hay una lucha entre hongos buenos y malos, unos que trabajan con la planta y
favorecen el crecimiento y otros que favorecen la enfermedad”. Después, en el
laboratorio se separó a ambos.En el futuro, lo que hoy es una investigación se puede traducir en tratamientos para las vides basados en trichoderma que permitirán a las plantas no solo combatir la ‘yesca’, sino también favorecer la absorción de nutrientes y el crecimiento de las plantas. Estos ‘hongos buenos’ tienen, además, otro efecto, “vacunan a la planta, de manera que cuando llega un hongo patógeno, la planta está alerta y prevenida”. Un mundo “apasionante el de la lucha biológica”, resume Casquero.
Actualmente la yesca no tiene tratamiento
efectivo, se trata de una enfermedad que afecta al sistema vascular de la
planta y los fungicidas sistémicos son “poco eficaces”, a eso se añade que
muchos de ellos han sido prohibidos por la Unión Europea. Para el investigador
de la ULE, la “única manera eficaz a largo plazo de combatirla es aplicando un
ser vivo que sea capaz de instalarse en la planta y que no haya que aplicarlo todos
los años, sino que él solo establezca una lucha con los hongos patógenos”.
En la Sierra de Francia, centro viticultor de la
provincia de Salamanca, la yesca afecta de manera puntual a alguno de los
viñedos. "Sí tenemos algún caso menor de vides afectadas por la
yesca", apunta un viticultor de Santibáñez de la Sierra. "Siempre ha
habido y aunque es un problema pequeño sí es preocupante y nos mantiene en
constante alerta".
En el mercado en tres o cuatro años
Los productos a base de trichoderma comienzan a
llegar al mercado, pero aún están lejos de generalizarse, el líder de este
grupo de investigadores de la ULE no duda que en los próximos 10 o 15 años, “se
sustituirán los insecticidas de síntesis actuales, por fungicidas biológicos a
base de microorganismos”. En el caso de la investigación relativa a la vid,
confía en que en tres o cuatro años, ya se pueda utilizar por parte de los
viticultores, siempre y cuando, “llegue la financiación adecuada”.
El fallo del premio, a final de año
Los tres equipos disponen ahora de un plazo de
seis meses para desarrollar sus proyectos y
hacer una presentación final de los trabajos, que les permitirán acceder
al premio de 15.000 euros, o los dos accésits de 3.000.
La convocatoria estaba dirigida a investigadores
y miembros de la comunidad universitaria, que presentasen un trabajo inédito y
de carácter innovador en los ámbitos económico, social o laboral, que resaltase
de forma su especial su incidencia con la comunidad de Castilla y León.
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