ENTRESIERRASrd | Ecologistas
en Acción denuncian que la reforma legal abre la puerta "a acercar las
balsas de residuos a los núcleos de población de menos de 300 habitantes"
Ecologistas en Acción de Castilla y León critica
que la modificación que la Junta pretende realizar del anexo III del texto
refundido de la ley de prevención ambiental, así como a la pretensión de la
Junta de que determinadas instalaciones ganaderas intensivas no requieran
licencia ambiental sino tan sólo comunicación sigue sin abordar los problemas
ambientales derivados de las instalaciones ganaderas industriales.
Para la organización, se trata de una reforma
que adolece de vicios graves, como no respetar la igualdad de toda la
ciudadanía en el acceso a unas condiciones ambientales mínimas, al establecer
que los ayuntamientos puedan modificar las distancias a las que se ubican estas
instalaciones, lo mismo que pretende ubicar las balsas de almacenamiento de
estiércoles más cerca de los núcleos de menos de 300 habitantes que de los que
tienen más de 300 habitantes sólo por ser poblaciones más pequeñas, lo cual no
tiene ningún fundamento ni jurídico ni ambiental, y es claramente
discriminatorio.
Afirman que se trata asimismo de un proyecto que
carece de las mínimas técnicas legislativas como es un apartado de conceptos
para clarificar los términos y aportar seguridad jurídica, o como es no tener
contradicciones entre el preámbulo y el articulado, pues el preámbulo afirma
que estas instalaciones ganaderas no son contaminantes, cuando es la
introducción de un texto legal que pretende regular la contaminación de estas
instalaciones.
Entre las alegaciones, Ecologistas en Acción
critica el que el proyecto no establece de forma mínimamente organizada un
sistema racional para organizar la gestión sostenible de los estiércoles y
purines. No establece la obligatoriedad de caracterizar ni los estiércoles y
purines generados en cada explotación para poder destinarlos a las parcelas más
adecuadas, ni una caracterización de los suelos a los que los titulares de la
explotación pretendan destinarlos. Los estiércoles y purines son una materia
orgánica tremendamente concentrada que no puede esparcirse por los terrenos
agrícolas de cualquier espacio, pero esta reforma pretende que se puedan
esparcir en pastizales con carácter de vegetación natural, lo que
inevitablemente cambiará la composición floral de dichos pastizales, con las
consecuencias que ello tendría para el ganado y el resto del ecosistema. De
hecho, ya está habiendo importantes degradaciones ecológicas en pastizales por
aplicar purines sin tener en cuenta la composición de los mismos.
El texto pretende también que se esparzan en
tierras agrícolas sin tener en cuenta si de ellas dependen aves u otras
especies protegidas. No considera además el contenido de fármacos en los
purines, contaminación que quedaría en nuestros suelos y aguas, y se olvida de
establecer un control y vigilancia eficaz sobre el vertido y contaminación de
olores y del agua por purines, ya que el existe hasta ahora ha sido de escaso
valor preventivo y sancionador.
Los ecologistas han recordado la posibilidad de
incluir en el proyecto de incluir criterios de eficiencia energética, como es
la utilización de los purines en la propia explotación como generador de biogas
para el autoconsumo de la propia explotación. Por último, denuncian que éste
texto es una disposición que trata de salir al paso de los problemas de unas
explotaciones ya más cercanas a lo industrial que a lo ganadero sin afrontar
los problemas ambientales de las mismas.
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