ENTRESIERRASrd | Una
mirada al legendario y hermoso Valle de Hornacinos, frontera natural entre
Salamanca y Extremadura
Debido al microclima benigno, la presencia
humana en el valle de Hornacinos, entre El Cerro y Lagunilla, se remonta al
menos a la época preromana, donde hubo asentamientos Vetones demostrados
arqueológicamente con túmulos sepulcrales encontrados, de entre los siglos IV y
III a.C. También se ha confirmado la existencia de un castro de triple
trinchera en la cima de La Cabeza del Castillo, en El Cerro.
Y en la finca El Bardal se ha encontrado una
lápida de 60x40x25 cm, con inscripciones en latín clásico: ACPVLSO IUS / ONTIVS
/ PRIMI. F. ENTUS / POS que pudiera traducirse como 'Reconocido a Júpiter, se
la dedica Ento, hijo de Primo'. Podría tratarse del templo dedicado a Júpiter
que se encontraba en la ciudad de Cáparra, según Hübner. Otras
interpretaciones, según J.M. Blázquez, podrían ser inscripciones preromanas, ya
que ACPULSOIUS fue una divinidad vettona de los DII Minores.
También se han encontrado restos de al menos dos
núcleos romanos, en las fincas El Bardal y La Torrecilla. Fuentes con
inscripciones latinas, vasijas, tejas y monedas romanas, demuestran la
presencia romana. El Valle se encuentra en las proximidades de las termas
romanas de Baños de Montemayor, entre las ciudades de Cáparra y Salamanca, por
donde trascurre la Vía de la Plata por el valle contiguo al este.
Durante la época musulmana se ha documentado la
presencia humana en el valle, incluso el paso de Almanzor por la zona arrasando
el Valle en el año 977; frente a los generales cristianos: Bernardo del Carpio,
Casarito Casal y Manuel Izquierdo. Esta batalla que duró tres días y tres
noches, que llegó a teñir de rojo el arroyo Carpio por la sangre de los caídos,
dio nombre de Valdelamatanza a esta zona del Valle. Finalmente la reconquista
acaba el 14 de septiembre de 1022, con la gran batalla entre 30.000 cristianos
frente a 48.000 moros que fueron derrotados. Los nuevos moros conversos subían
el Valle de Hornacinos a la Ermita de Santa Ana, en Lagunilla.
Durante la Edad Media, se va repoblando la zona.
Hasta llegar el año 1.273, en que el rey Alfonso X, el Sabio, crea el Concejo
de las Mestas, dando derechos de paso a los rebaños pastoriles y creando La
Real Cañada Soriana de Merinas, cuya variante y llamada Cordel de Merinas,
atraviesa el Valle de Hornacinos de norte a sur.
También la zona sufrió saqueos durante la
invasión napoleónica del siglo XIX.
Finalmente, la abundancia agraria, la espesura
de los bosques y el clima benigno, dieron cobijo después de la guerra civil a
gentes perseguidas, encontrándose aún hoy, un lugar llamado La caseta del
Maqui.
Según comentaban nuestros antepasados en esas tierras de hornacinos estaba enterrada la corona de la reina mora
ResponderEliminarSegún comentaban nuestros antepasados en esas tierras de hornacinos estaba enterrada la corona de la reina mora
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