Este jueves se ha dado el último paso para
aprobar los mapas de las unidades básicas de ordenación del territorio (UBOST)
y, por tanto, el trámite necesario para culminar el nuevo modelo de Ordenación
del Territorio en la Comunidad, con la aprobación del proyecto de ley en el
Consejo de Gobierno.
Las prioridades de este proyecto son aprobar el
mapa de unidades básicas de ordenación y servicios del territorio de Castilla y
León, garantizar los servicios públicos autonómicos en el medio rural,
flexibilizar algunas cuestiones del modelo de Ordenación del Territorio y
facilitar la aprobación de las Áreas Funcionales Estratégicas para, sobre
estas, elaborar el Plan Plurianual de Convergencia Interior y regular el Fondo
de Compensación Autonómico.
El proyecto de ley efectúa la aprobación del
mapa de las Unidades Básicas de Ordenación y Servicios del Territorio, que se
incluye como un anexo. En total, existirán en Castilla y León 193 unidades
básicas de ordenación y servicios del territorio, 16 urbanas y 177 rurales.
Cada una de ellas integrarán un promedio
de 12,8 municipios y una población promedio de casi 6.460 habitantes.
El texto garantiza una serie de cuestiones, como
son, por un lado, el mantenimiento de los servicios públicos de competencia
autonómica en el medio rural (incluso, en el caso de que actualmente existan
dos centros de salud en una UBOST, explícitamente, se garantiza su
mantenimiento) y, por otro, el volumen de prestación de servicios en cada una
de las provincias. También garantiza el derecho de los municipios a constituir
las nuevas mancomunidades de interés general y/o mantener las mancomunidades
actualmente existentes, así como la continuidad de las Comunidades de Villa y
Tierra y el derecho de todas ellas a recibir ayudas de la Administración de la
Comunidad. El texto recoge también una atención especial a la singularidad de
la Comarca de El Bierzo.
Además, el proyecto de ley aprobado garantiza la
adaptación de las rutas de transporte interurbano al mapa de UBOST, debiéndose
priorizar la comunicación con los municipios en los que se presten servicios
públicos esenciales de competencia autonómica.
Con este proyecto de ley, la Junta de Castilla y
León también persigue flexibilizar el modelo con el fin de dar respuesta a las
diferentes propuestas recibidas en las fases de participación a las que se ha
sometido en su elaboración. Así, se define la “coincidencia sustancial” que la
ley 7/2013 de ordenación, servicios y gobierno del territorio de Castilla y
León establece que se debe producir
entre el ámbito territorial de una o varias UBOST, tanto con la zonificación de
servicios autonómicos como con las mancomunidades de interés general. Entre
otras cuestiones, se permite que los municipios que pertenezcan a una UBOST de
otra provincia puedan pertenecer a una mancomunidad de interés general de la
suya o se establece un margen de coincidencia de hasta el 50 % en la
constitución de las nuevas mancomunidades de interés general para los servicios
locales.
Amplio consenso político y social
Destaca la amplia participación y diálogo a los
que la Junta de Castilla y León ha sometido todo el proceso de Ordenación del
Territorio, desde sus comienzos hasta el momento actual. El origen del nuevo
modelo tiene lugar en el Debate de Investidura del presidente de la Junta, Juan
Vicente Herrera, en el año 2011, y, desde ahí, pasando por los acuerdos
políticos entre el PP y el PSOE de Castilla y León de octubre de 2012 y de
junio de 2013 en el Debate de política general de la Comunidad, se culminó con
la aprobación de la Ley de Ordenación, Servicios y Gobierno en el Territorio de
2013, por mayoría de dos tercios de las Cortes de Castilla y León, que fijó
todos los principios y elementos que sustentan el nuevo modelo.
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