ENTRESIERRASrd | Una
mirada a la historia de Jamones Benito, empresa familiar con orígenes en
Santibáñez de Béjar y que se ha instalado en las dos cunas del jamón ibérico en
la Península
"Los hermanos Anselmo y Jesús
Benito salieron de su pueblo natal, Santibáñez de Béjar, con solo 13 años para
labrarse un futuro. Tras una fase como comerciantes de productos de Guijuelo,
que vendían en la provincia de Sevilla, decidieron establecerse en Arahal donde
en 1956 fundaron su empresa.
Jamones Benito, dirigida por el hijo
y sobrino de aquellos pioneros, ha duplicado negocio en los últimos cuatro años
y ya factura cerca de 40 millones de euros. Emplea a 65 trabajadores de forma
directa y a otros 35 indirectos. Junto a sus dos fábricas de Arahal, tiene
plantas y secaderos en Jabugo, Castaño del Robledo y Guijuelo"
HOY.es La resaca de la crisis
del porcino ibérico está desembocando en una fuerte concentración del sector en
manos de grandes grupos de alimentación. En medio de esta vorágine, la empresa
sevillana Jamones Benito ha logrado, no solo subsistir, sino multiplicar su
tamaño, con una estrategia tenaz como fabricante y distribuidor de referencia
para el comercio minorista, supermercados medianos, restaurantes y bares. Su
visión ha sido también situarse en los grandes enclaves del ibérico para
absorber la cuota de mercado de competidores que han desaparecido del mercado.
"No todo el mundo pudo aguantar la caída de
precios", señala Juan Luis Benito, que forma parte de la segunda
generación, ya al frente del negocio, de esta empresa familiar, que tiene una
historia singular de esfuerzo y recompensa.
En 1956 decidieron asentarse en Arahal y
fundaron su empresa, Jamones Benito. «Visitaban a los clientes en bicicleta y
en moto, hasta que el negocio fue creciendo y empezaron a transportar los
pedidos en camiones. Desde el principio se traían los jamones frescos desde
Guijuelo y los salaban aquí, en Arahal», explica Juan Luis Benito.
La empresa factura actualmente 40 millones de
euros, el doble que hace cuatro años, y llega al 90% del mercado nacional. En
los últimos años, coincidiendo con la fase más dura de la crisis del porcino,
Jamones Benito ha comprado dos instalaciones: la fábrica y el secadero de la
firma Juan Macías en Jabugo y una factoría en Guijuelo, que se suman a su
central de Arahal y a la planta del Castaño del Robledo, también en la Sierra
de Huelva. LEER ARTÍCULO COMPLETO
No hay comentarios:
Publicar un comentario