ENTRESIERRASrd | UCCL
alerta de que la sequía y las heladas han frenado la floración y han quemado
los brezos, y augura unas pérdidas para el sector de 25,5 millones
La falta de lluvias se puede llevar por delante
la mitad de las colmenas de Castilla y León, una consecuencia más de la sequía
que azota el campo y que puede suponer pérdidas superiores a 25,5 millones de
euros para el sector apícola de la Comunidad.
Los cálculos realizados por la
Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) apuntan a que para revertir la
situación sería necesario que durante los próximos dos meses lloviera al menos
10 litros por metro cuadrado cada semana, un escenario improbable teniendo en
cuenta que durante en último año sólo ha llovido en torno a 100 litros/m2.
La consecuencia directa de la ausencia de
precipitaciones es que no hay floración y que «incluso las flores labiadas, que
son capaces de florecer y producir néctar en climas semidesérticos, no están
produciendo néctar porque no hay tempero del invierno y los rocíos no se
producen», según señala UCCL en un comunicado.
Para empeorar el panorama, las últimas heladas
han provocado quela práctica totalidad de los robles y brezos están quemados,
«por lo que la característica principal de los bosques verdes de Castilla y
León, apreciada por apicultores de nuestra comunidad y de las vecinas, se puede
dar por perdida».
UCCL advierte que las pérdidas económicas son
muy elevadas, ya que, «por una parte los núcleos que se hayan hecho, en torno
al 50% de ellos no son viables y los núcleos que deberían hacerse ahora no
pueden llevarse a cabo. A esto se añade que el 80% de la producción de miel
está comprometida».
UCCL habla de la pérdida aproximada de 200.000
colmenas, por un valor estimado de 12 millones de euros. Respecto a la
producción, que anualmente alcanza los 4.800 litros, las pérdidas alcanzaría
los 13,5 millones de euros.
A la luz de las expectativas, la organización
agraria reclama la implicación de las administraciones para paliar la
«catastrófica situación» que se avecina en el sector apícola. Por ello, pide
que tomen medidas «sufientes y eficaces», como el establecimiento de una ayuda
directa a todos los apicultores para compensar, al menos, parcialmente, los
daños causados por la ausencia de precipitaciones en sus explotaciones, a
través de las ayudas de ‘mínimis’, incrementando el tope máximo por
explotación, 15.000 euros.
También solicitan apoyo económico «para que
compense los gastos sobrevenidos para la adquisición de la alimentación al
ganado» y la apertura de nuevas líneas de préstamos al colectivo, a interés
cero, con varios años de carencia y con un período amplio para la amortización
de los mismos.
En lo referente a la fiscalidad, UCCL reclama
reducciones consistentes en la minoración de los índices de rendimiento neto en
el régimen de estimación objetiva de módulos y el incremento del porcentaje de
gastos de difícil justificación a los agricultores y ganaderos ATPs en el
régimen de estimación directa simplificada, así como la exención de las
cotizaciones a la Seguridad Social, por un período de doce meses.
También incluye en este bloque la condonación
del pago anual del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de naturaleza rústica
y de las instalaciones relacionadas con el ejercicio de la actividad agraria a
los apicultores (ATPs).
Finalmente, piden una moratoria para la
amortización, al menos, de los préstamos oficiales que se tengan concedidos al
sector agrario y la constitución de una mesa de seguimiento sobre la evolución
de la sequía, en la que estudie la adopción de las medidas oportunas.
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