jueves, 22 de junio de 2017

"La escuela es el auténtico motor de desarrollo y conservación de la esencia de nuestra provincia"

ENTRESIERRASrd | Los participantes del primer Encuentro por la Defensa de la Escuela Rural en San Miguel de Valero hacen público el manifiesto reivindicando la importancia de la educación en los pequeños pueblos. "A pesar de su importancia la Administración ha ido estableciendo mandatos que empobrecen y ahogan la escuela rural"
El pasado 20 de mayo la localidad serrana de San Miguel de Valero acogió el primer Encuentro por la Defensa de la Escuela Rural, una jornada reivindicativa organizada por la Federación de AMPAs de la provincia.
Una jornada cuyo objetivo era reunir a personas de distintos sectores preocupadas por la situación de la escuela rural, y hacer un análisis sobre debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de la misma en la provincia de Salamanca.

La reunión sirvió para aunar esfuerzos y dar una voz común a la problemática de los servicios educativos en zonas despobladas, voz que se traslada a través de un manifiesto que los organizadores han hecho público este jueves y que pretende ser un primer pilar para reivindicar el sector educativo rural ante las administraciones provinciales y autonómicas.
MANIFIESTO EN DEFENSA DE LA ESCUELA RURAL          I Encuentro por la defensa de la escuela rural (San Miguel de Valero 20 de Mayo de 2017)
El mundo rural constituye el 57% de la población de Salamanca que vive fuera de la capital, conformando un alto porcentaje de su identidad. La escuela forma parte de ello, siendo, a veces el auténtico motor de desarrollo y conservación de la esencia de nuestra provincia. Desde hace años, la escuela rural trabaja por conservar e innovar y, en ella, se vienen practicando esas "nuevas metodologías" caracterizadas por el trabajo cooperativo, centros de interés, aprendizaje por proyectos, atención individualizada, autogestión... El potencial de esta escuela radica en los valores que la envuelven de forma natural, donde la colaboración es necesidad, así como la relación intergeneracional o la responsabilidad educativa compartida por toda la comunidad. No existe la necesidad de generar escenarios de aprendizaje artificiales con los que trabajar en el aula porque el escenario ya existe.
A pesar de todo esto, la Administración ha ido estableciendo mandatos que empobrecen y ahogan la escuela rural: menos plazas definitivas de maestros en las escuelas rurales, plazas itinerantes, poca o nula continuidad del personal en la escuela rural que provoca la imposibilidad de desarrollar proyectos a medio o largo plazo así como la desmotivación, en algunos momentos,  del profesorado rural, en la mayoría de las ocasiones, provisional. Además la participación de las familias es anecdótica y se toman decisiones a espaldas de la población rural.
Debemos concienciar a la sociedad de la necesidad del mundo rural y de su escuela para la pervivencia de la vida, de nuestras costumbres y valores tal y como hoy los entendemos. Por eso, exigimos: establecer una normativa educativa específica para la escuela rural que atienda a sus particularidades; adoptar criterios de creación de plazas fijas para maestros rurales; becas para que nuestros alumnos permanezcan en el medio rural: promover y apoyar proyectos educativos cuya duración sea de tres o cuatro años por profesionales con continuidad; promover la implicación de las familias y crear en la facultades de educación ramas de formación específica para el maestro de la escuela rural.
También queremos y debemos tomar decisiones en nuestro contexto de familias conscientes y luchadoras, tales como: reactivar ampas de la escuela rural; favorecer la comunicación entre ampas a través de la Federación; implicarnos en el desarrollo de proyectos dentro y al lado de nuestra escuela; denunciar públicamente las irregularidades y abusos de la administración; denunciar políticas de hechos consumados como la desaparición o previsión de integración en otros CRAS para el próximo curso y trabajar en la organización de encuentros para la defensa de la escuela rural.
Necesitamos un cambio de conciencia respecto al valor de este contexto educativo. Un primer paso para este cambio es este manifiesto surgido de las reflexiones de familias, docentes, sindicatos y administración municipal hechas en el I Encuentro en Defensa de la Escuela Rural en San Miguel de Valero el 20 de mayo de 2017, un encuentro que surgió de la necesidad, ilusión y trabajo de un grupo de familiar que creen en sus escuelas como motor clave para el cambio.








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