ENTRESIERRASrd | La
falta de lluvias comienza a extender imágenes preocupantes en toda la región
La sequía no ha parado de extenderse por todas
las cuencas españolas desde el inicio del año hidrológico en octubre de 2016.
El curso comenzó con apenas seis puntos en estado de emergencia y para junio
más de treinta sistemas de explotación de aguas estaban en alerta roja. Sin
embargo, el Gobierno lleva dos meses sin actualizar la extensión de la sequía.
El último informe publicado por el Ministerio de Medio Ambiente se cerró en
julio. | elDIARIO.es |
Este apagón cubre los meses de verano durante el
que la situación del agua no parece que se haya revertido si se miran los
indicadores que algunas confederaciones hidrográficas sí han publicado.
Por ejemplo, en el Guadalquivir han pasado de
tener tres áreas en estado de emergencia y cuatro en alerta al inicio del
verano, a contar cinco y seis respectivamente en el arranque de septiembre. En
el Segura la cuenca por si sola ha caído en niveles de emergencia. Esta zona
levantina arrastra el mal estado en el alto Tajo que hace que el sistema del
famoso trasvase esté en emergencia y sin poder utilizarse desde hace meses. En
la Confederacion del Tajo, tanto la Cabecera como la zona contigua de Tajuña
están en niveles mínimos.
La falta de agua continúa castigando a la
Confederación del Duero que informa de que a principios de este mes, de sus 13
sistemas de explotación, siete están en emergencia, dos en alerta y cuatro en
prealerta. El periodo estival no les ha sentado bien: todos declaran un
"estado descendente". También en los sistemas del Cantábrico han
declarado estados de emergencia.
Más allá del agua embalsada
La sequía no se mide exclusivamente por las
reservas hidráulicas cuyos valores se publican de semana en semana por el
Ministerio de Medio Ambiente. Con todo, los embalses están al 41%, 13 puntos
por debajo de hace un año y a 17 de la media de los últimos cinco años.
Pero, para declarar el estado de alerta o
emergencia en una zona, los técnicos tienen en cuenta la época del año, los
cauces que deben mantenerse en ese periodo en los ríos y las necesidades que
debe soportar cada sistema de explotación determinado. No se exige los mismos
niveles en agosto que en noviembre.
Porque, además, difiere bastante abastecer a la
población de agua para beber que suministrar a comunidades de regantes.
"España no soporta más hectáreas de regadío", no se cansa de repetir
Santiago Martín Barajas, responsable de Aguas de Ecologistas en Acción. Las
restricciones para los grifos de las casas tardan mucho más en llegar, lo que
camufla la imagen de emergencia de la sequía española.
Sin embargo, donde se va el agua que consume
España es en los cultivos. En 2015, la agricultura empleó 14.900 hectómetros
cúbicos. Los hogares apenas superan los 2.200 hectómetros. El regadío multiplica
por más de seis el consumo humano. Martín Barajas sostiene que deben
abandonarse un millón de hectáreas de regadío para tratar de equilibrar la
situación. LEER NOTICIA COMPLETA
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