miércoles, 1 de noviembre de 2017

'El Mariquelo' pide "concordia" desde el cielo de Salamanca

ENTRESIERRASrd | Ángel Rufino de Haro ha vuelto a cumplir con la tradición de subir a lo más alto de la Catedral de Salamanca, desde donde ha pedido "paz y concordia" en España
En la víspera del Día de Todos los Santos, 'El Mariquelo' ha iniciado el ascenso pasadas las 11.30 horas y, en varios momentos, ha tomado la palabra para pedir por distintas personas que le han acompañado en su compromiso con las raíces charras, así como por entidades que "ayudan a la sociedad" como Asprodes o el Centro de Referencia Estatal del Alzheimer.

Y, tras coger el micrófono desde la terraza de la Plaza de Anaya y desde el reloj, ha sido en el balcón de la campana más alta cuando ha soltado las palomas, como símbolo de paz, donde se ha acordado de la situación política y también de la situación en el campo, que afronta la dureza de la sequía. Posteriormente, una vez ya de nuevo a los pies del templo, ha continuado con una jornada llena de bailes tradicionales y de paseos a caballo, a la que ha sumado, como novedad, la interpretación de dos temas musicales junto al cantante salmantino de country 'Inblauk'.
El músico, acompañado también por su caballo, ha agradecido a 'El Mariquelo' que le haya permitido acompañarle y del que ha dicho que es "único". En cuanto a la pregunta de si, en el futuro, él puede tomar el testigo de mantener la tradición, 'Inblauk' ha respondido que no, pues "tiene que ser alguien más metido en la tradición y que tenga menos miedo a las alturas".
Por este motivo, el cantante ha vaticinado que a Ángel Rufino de Haro "le va a costar" encontrar sucesor cuando llegue el momento, ya que, en su condición de 'Mariquelo', está llevando adelante una tradición de manera "única".
Tradición
Como cada año, desde que en 1987 recuperase este acto que se remonta al siglo XVIII, ha estado acompañado desde primera hora de la mañana por grupos de baile y tamborileros, hasta que a las 11.30 horas ha iniciado la ascensión.
 'El Mariquelo' ha cumplido así por trigésimo primera vez así con este acto que trata de "mantener la tradición y la identidad salmantina", que, por motivos de seguridad impuestos por el Cabildo desde hace unos años, ha tenido limitado el ascenso y no ha llegado, como antes, hasta lo más alto de la Torre de las Campanas escalando por el exterior.
Terremoto
En 1987, este conocido tamborilero recuperó esta tradición de ascender a las alturas del templo, una acción que comenzó con el terremoto de Lisboa en 1755 -temblor que se dejó sentir en Salamanca y que provocó importantes daños materiales-. Desde ese momento, la familia relojera conocida como la de 'los mariquelos', subía cada año, el 31 de octubre, los 365 escalones de la torre para comprobar si las grietas del templo, provocadas por el terremoto, iban creciendo o se mantenían igual sin mayores riesgos. Y, al mantenerse sin cambios, el 'Mariquelo' que subía daba las gracias, una actuación que con el tiempo se perdió y que hace 31 años recuperó Ángel Rufino, quien repite cada año esta acción desde lo alto del templo.

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