ENTRESIERRASrd | La
entidad tiene previsto el cierre parcial de sus sucursales en Baños de
Montemayor además de la mayor parte de las de la Sierra de Gata y las Hurdes
Liberbank tiene previsto el cierre parcial en
apenas unas semanas de 44 oficinas de su red, 18 de ellas en Extremadura, que a
partir de ahora pasarán a abrir solo dos o tres días a la semana. Se trata de
sucursales ubicadas en poblaciones de comarcas del norte de la provincia de
Cáceres: Casas del Monte; Baños de Montemayor; Casas del Castañar; Barrado, La
Pesga; Caminomorisco; Mohedas de Granadilla; Guijo de Granadilla; Valdeobispo;
Pozuelo de Zarzón; Torrecilla de los Ángeles; Villanueva de la Sierra;
Cilleros; Eljas; Cadalso de Gata; Torre de Don Miguel; Hoyos; y Perales del
Puerto.
Los cierres se enmarcan en el plan comercial que
la entidad financiera en que quedó integrada Caja de Extremadura viene
aplicando desde el 2016, y fueron aprobados por su comité de dirección a
mediados del mes pasado. Las clausuras se harán todas con apenas un mes de
diferencia. La fecha estimada de aplicación de la medida para catorce de las
situadas en territorio extremeño es el 7 de mayo, mientras que para las cuatro restantes
es el 11 de junio. Fuera de la región, hay otros veinte cierres parciales
previstos en Castilla-La Mancha, cuatro en Asturias y dos en Cantabria.
Fuentes sindicales de Liberbank señalaron ayer que
existe «muchísimo malestar y descontento en la plantilla» con esta medida
porque obligará a efectuar «nuevos traslados y es posible que también haya más
salidas de empleados que no se quieran ir fuera de Extremadura». En este
sentido, precisaron las citadas fuentes, a los trabajadores afectados se les ha
dado un plazo de quince días para elegir entre una serie de plazas disponibles.
Si no se pronuncian (o no quedaran puestos vacantes en la región) «sería el
banco el que decidiese y te puede mandar a Asturias, Cantabria o Castilla-La
Mancha», ya que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) acordado a mediados
del año pasado contempla la movilidad geográfica hasta finales del 2019. Si el
empleado no acepta trasladarse, la alternativa es una baja voluntaria
incentivada, lo que abre la puerta a los «despidos encubiertos por esta vía».
En cuanto a los trabajadores que queden en estas
oficinas ‘parciales’, «tendrán que estar dos días a la semana en una oficina y
tres en otra», aclararon, una vez que el banco también «ha suprimido todos los
equipos ‘volantes’ que antes se encargaban de hacer sustituciones y de reforzar
este tipo de sucursales».
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