Fotografías : José Bernardo Hernández |
Un poco
apretados en un carro adornado para la feliz ocasión, Melchor, Gaspar y
Baltasar hicieron parada y fonda en el pueblo de Nava de Béjar para que los
pequeños de esta localidad salmantina disfrutaran de la noche que les está
destinada. Hacía un frío de sierrra e invierno, a tal punto, que alguien comentó
incluso que el propio Baltasar, poco acostumbrado a nuestros climas, pareció
perder un tanto el color por momentos.
Sus Majestades
hicieron ronda rápida por las calles lluviosas de La Nava para finalmente
acercarse hasta la iglesia a admirarse y rendir culto al magnífico Nacimiento
montado allí por los vecinos de la localidad. Acto seguido los Magos de Oriente
recibieron a los niños naveros para entregarles los regalos solicitados y
charlar con ellos un rato. Momentos emocionantes e irrepetibles que tuvieron su
continuación con la merienda que se ofreció en el Bar Los Álamos.
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