
Alrededor de unos 80 bikers se dieron cita en el municipio serrano superando las expectativas iniciales, sobre todo comparándolas con
el año pasado en que el mal tiempo amagó con suspender la prueba que finalmente
pudo disputarse pero con poca afluencia de participantes. Por el contrario,
este año la jornada amaneció con un tiempo espléndido,
luciendo el sol toda la mañana y con temperaturas ideales para
la práctica de este deporte.
La festividad de
Todos los Santos ayudó, además, a que se acercasen hasta Miranda participantes
de numerosos puntos de la geografía española, como Madrid, Cáceres o
Valladolid, que se unieron al grupo mayoritario de la provincia de Salamanca y
norte de Cáceres. Como en todas las ediciones, hubo debutantes, que además, ni
cortos ni perezosos optaron por las rutas más duras del todo el circuito.
Los nuevos tramos del recorrido fueron muy bien valorados por los
ciclistas más endureros, particularmente
el tramo del Camino del Agua, desde
Mogarraz al arroyo Milanos, que hacía varios años que no se pasaba. El paisaje,
por supuesto, fue espectacular en todos los tramos de bosque, especialmente el Camino
del Agua o eltramo del GR-10 desde Majadas Viejas a Monforte de la
Sierra.
En los caminos más frecuentados, los
ciclistas compartieron ruta con los senderistas o buscadores de setas en una
perfecta convivencia y respeto mutuo. La dureza de la subida a
partir de Casas del Conde hizo que el grupo se disgregara llegando a Miranda
del Castañar muy disperso. Como en otras ocasiones no fueron pocos los que
tomaron una cerveza o refresco al final de la marcha o se quedaron a comer en
algún restaurante de la zona, lo que supone una modesta contribución con un
turismo alternativo.
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