
En Linares se conserva la tradición de la inocentada y Patino, hincha del Atlético de Madrid hasta las cachas, fue la víctima elegida. Hubo buen humor. Como en la inauguración de la peña madridista de Linares, la última en incorporarse a la gran familia blanca. Se esperaba, pero al final no aparecieron Patino y sus ovejas en el comedor donde se celebró la fiesta merengue. ¡Hubiese sido un puntazo!
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