
A las 18:00 horas del sábado 12 de
octubre se alertaba a la Guardia Civil de Salamanca de la presencia de un
jabalí adulto muerto en la cuneta de la carretera que une Candelario con
Navamuño a la altura de la Dehesa. La Guardia Civil ante la llamada dirimía
cualquier responsabilidad y no manifestaba la necesidad de dar aviso al
servicio de Seprona, aludiendo que la responsabilidad es del Ayuntamiento de
Candelario.
Ante esta circunstancia se
alertaba al Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Candelario, Germán Martín,
a quien se le manifestaba la presencia del animal muerto y se le detallaba el
lugar. No obstante el lunes quien les escribe presentará por voluntad propia
declaración en la oficina de la Guardia Civil de Béjar para conocer si esta
circunstancia será investigada por el Seprona, así como exigir que se depuren
responsabilidades sobre esta aberración sin sentido que supone matar animales
para tan solo extraerle sus colmillos, una práctica que no es común en el coto de
caza de Candelario, aunque sí tiene más antecedentes en otros cercanos.
El jabalí, que tenía el hocico cortado, no
presentaba un estado de descomposición avanzado, y según se puede concluir de una
inspección ocular post mortem realizada de forma oficiosa, el fallecimiento se
habría producido en apenas 48 horas. Según se puede deducir el animal pudo ser
lanzado a ese lugar desde un vehículo, ya que no parece ser el lugar donde se
encontró el cadáver el mismo donde falleció.
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