El municipio salmantino de Galinduste vivió el
pasado domingo una de sus jornadas más tradicionales. Dentro las actividades
organizadas para honrar a San Miguel Arcángel, los quintos y quintas de la
localidad corrieron a caballo las cintas, una costumbre centenaria que se
realiza cada 29 de septiembre, y que este año se ha llevado a cabo ante la atenta
mirada de cientos de vecinos y visitantes y bajo la amenaza constante de la
lluvia.
Los festejos a San Miguel en esta localidad de la
Tierra de Alba se iniciaron el viernes 27 con una discomóvil hasta altas horas de la madrugada a cargo de la
compañía Global Sound de Santa Marta de Tormes.
El sábado fue día de hermandad, con la comida popular en el pabellón
que reunió a la mayoría de los vecinos. Después de comer la orquesta Felipe
Espino, de Salamanca, formada por jóvenes talentos salmantinos, dieron un concierto
sinfónico que hizo las delicias de los espectadores.
A continuación fue el grupo local de sevillanas el que organizó un espectáculo para dar colorido andaluz a la fiesta.
De nuevo por la noche, Global Sound levantó los ánimos con una sesión de discoteca por todo lo alto.
A continuación fue el grupo local de sevillanas el que organizó un espectáculo para dar colorido andaluz a la fiesta.
De nuevo por la noche, Global Sound levantó los ánimos con una sesión de discoteca por todo lo alto.
El domingo, día de San Miguel, además de la misa en
honor al Santo y la comida para los jubilados, se celebró la descrita corrida
de las cintas, muy aplaudida y esperada por los galindustenses.
Del mismo modo
que fue muy aplaudida también la obra de teatro celebrada en el pabellón a
cargo de la compañía Rabos de Lagartija, formada por profesores de enseñanza,
que representó la obra “La cabeza del dragón”, una adaptación musical de la
farsa de Valle-Inclán, dos horas de interpretación con medidas dosis de teatro, canto, música, crítica social y una puesta en escena
original, divertida, sorprendente y llena de guiños a la situación actual de un
país en crisis
Las fiestas de San Miguel en Galinduste finalizaron con
un baile de los jubilados
Fotografías
Mónica González Baz
Josefa Moreta
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