Un año más, los Quintos de San
Miguel de Valero no dejaron pasar la oportunidad de celebrar las viejas
tradiciones del municipio y pasar un buen rato en familia y entre amigos. Desde
el viernes hasta el domingo los quintos de este año, tres chicos y dos chicas,
prepararon la cena “de su bolsillo” entre amigos en el salón del Matadero,
cedido como siempre por el Ayuntamiento. El domingo por la tarde, como manda la
tradición, marcharon a cortar los pinos con los que adornaron ya de madrugada
las puertas de las casas cantando las alboradas, acompañados de amigos y familiares
y quintos de otros años que rememoran viejos tiempos.
El lunes, día de San Blas, y bajo un manto de nieve,
los Quintos honraron al Santo escuchando la misa y sacando al patrón en procesión
por las calles del pueblo. Posteriormente, y para rematar estos tres días tan
especiales para estos sanmigueleños, hicieron una comida de hermandad en el
hotel del pueblo.
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