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Colmenar de Montemayor volvió a acoger la fiesta de los Oblatos, párrocos
peruanos que realizan la labor pastoral en la región
Vecinos de Linares de Riofrío, Lagunilla,
Sotoserrano, Montemayor del Río, Valdelageve, El Cerro, Villanueva del Conde,
San Esteban de la Sierra y Salamanca, entre otros, se reunieron en la tarde de
ayer en la localidad de Colmenar de Montemayor para arropar a los sacerdotes de
la congregación de los Oblatos de San José Marello en la celebración de su día
grande.
La fiesta, que ya es toda una tradición desde
que esta comunidad peruana tomara las riendas de buena parte de las parroquias
el sur de Salamanca, tuvo como es habitual una vertiente litúrgica y otra de
encuentro y hermandad entre las diferentes feligresías que se acercaron hasta
Colmenar para disfrutar de una festividad religiosa sin arraigo en la comarca
pero que año a año va tomando cada vez más fuerza gracias al empuje de estos
párrocos 'adoptivos'.
Un encuentro en el que no faltó detalle, desde
la celebración de una solemne Eucaristía en la Iglesia Parroquial colmenareja
(con bailes charros incluidos) al posterior convite en la puerta del templo en
honor al patrón de los Oblatos, santo italiano del siglo XIX que instauró un
nuevo "modo de vida basado en la caridad". Durante el convite no
faltaron los dulces típicos de la localidad, realizados por una vecina de
Colmenar, en el que se brindó por la hermandad comarcal "a través de la fe
y la caridad".
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