ENTRESIERRASrd | El escultor de Herguijuela de la Sierra,
afincado en Cataluña, es una de las referencias nacionales del arte escultórico
actual
La madrileña Sala Retiro, galería especializada
en la venta a través de subastas de obras de arte, joyas, antigüedades y otros
objetos de valor y una de las principales compañías del sector a nivel europeo,
ha hecho pública la puesta en marcha de la puja sobre una obra del escultor de
Herguijuela de la Sierra, Alfredo Sánchez.
Se trata de una escultura tallada en madera
sobre base de metal de 130 centímetros. El precio de salida es de 1.400 euros y
los interesados pueden pujar hasta el próximo 19 de octubre. VER SUBASTA
La pieza se enmarca dentro de una nueva subasta
pública a nivel nacional e internacional que la galería de arte madrileña ha
puesto en marcha con numerosas obras de diferentes autores de la geografía
española.
Aunque desconocido para la mayoría del gran
público, Alfredo Sánchez, nacido en Herguijuela de la Sierra en 1948 pero
afincado desde hace años en El Prat de Llobregat, es un consolidado escultor
del panorama artístico nacional. Entre los años 1980 y 1985 estudió las
diferentes técnicas escultóricas, pero no fue hasta el año 1989 cuando empezó a
exponer su trabajo de forma individual. Sus esculturas establecen una relación
con el espacio muy particular y subjetiva, y la sencillez volumétrica emerge
imperiosamente. Realiza la mímesis entre forma y paisaje mediante unos
contornos que se abren y se proyectan con fuerza hacia el exterior. El artista
otorga relevancia a la base, al suelo desde donde florece la escultura, como un
ser vivo, entre orgánico y mineral, una de cuyas muestras es la escultura que
la Sala Retiro saca a subasta estos días.En palabras de Virginia López, del diario ABC de las Artes, la obras de Sánchez es "contundente y bien delimitada, se postula entre la fosilización y el crecimiento orgánico, acercando … una naturaleza de génesis abstracta y un carácter compensado, donde la simbiosis existente entre forma y espacio remite a un estado de remembranza inevitable y, en el menor de los casos, primitivo.”
Cabe destacar que desde el año 2013 una
escultura de Alfredo Sánchez "reside" en su pueblo natal en la Sierra
de Francia. Se trata de una obra en "homenaje a una época" y que trae
a la mente, desde su abstracción, la imagen de un tamborilero.
"Lo que quiero comunicar con mi obra es la
importancia de la relación que se puede establecer con ella", explica el
artista, "la importancia de estar abiertos a las sensaciones y a los
sentimientos que despierta en nosotros y que son necesariamente diferentes, ya
que se ponen en contacto experiencias vitales, inquietudes y sensibilidades diversas"
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