
La
primera será inaugurada de forma oficial por ENUSA durante el próximo mes de
enero en las instalaciones que tiene en la localidad de Juzbado, donde fabrican
elementos combustibles a partir del óxido de uranio para las centrales
nucleares.
Según
han informado los responsables de ENUSA, la construcción de esta planta, cuyas
obras se iniciaron el pasado mes de marzo, están motivadas por el desarrollo
medioambiental, ya que en la provincia de Salamanca, y tampoco en Castilla y
León, no existe una plata para el tratamiento y el aprovechamiento de los
purines.
La
tecnología que ha utilizado para la construcción de esta planta transformadora
de excrementos animales se ha exportado de países como Alemania, Dinamarca y
Austria, donde trabajan desde hace alguno años con este tipo de plantas de
biogás.
Según
ENUSA, dado que este tipo de instalaciones suponen "una solución a la
gestión de este tipo de residuos de origen agroganaderos", en un futuro
prevé construir más plantas de estas características.
Según
las primeras estimaciones, en el primer año de funcionamiento, esta plata
recibirá alrededor de 20.000 toneladas de residuos procedentes de los purines
que generan algunas explotaciones ganaderas de la provincia de Salamanca.
Estos
residuos serán tratados durante setenta días en el digestor de la planta de
biogás y los responsables de ENUSA han calculado que se producirán al año 4.000
GWh (Gigavatios-hora).
Las
aguas residuales sobrantes después de ser tratadas serán derivadas a los campos
de cultivo de la zona para su aprovechamiento con efluente de abono.
En
total, la inversión ejecutada para construcción de esta planta de biogás ha
sido de tres millones de euros.
Hace
unos días, ENUSA realizó la primera prueba de funcionamiento de la planta y
exportó sus primeros kWh (Kilovatios-hora) a la red eléctrica.
José
María Julián del Águila, responsable de la empresa MAGUISA, que tiene en
Guijuelo uno de los mataderos de porcino con mayor volumen de sacrificio del
mundo, ha avanzado a EFE que en la próxima primavera iniciarán la construcción
de una planta de biogás en una superficie de 12.000 metros cuadrados
contigua al matadero.
"El
objetivo es generar electricidad y, parte de ella, utilizarla para suministro
energético del propio matadero", ha explicado Del Águila.
Este
matadero se gasta anualmente una media de 420.000 euros en llevar los purines y
los restos orgánicos del cerdo a diferentes plantas de tratamiento, "un
gasto que se ahorrará con la construcción de esta planta, que queremos que esté
en funcionamiento a finales de 2012".
Este
tipo de plantas asociadas al sector cárnico se construyeron por primera vez en
España en la región de Cataluña y en Castilla y León no existe ninguna asociada
a los mataderos.
Maguisa
destinará para su construcción un montante de tres millones de euros.
Noticia en ABC
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