Desde hace unas semanas algunas redes sociales están
emitiendo críticas insistentes sobre unas obras que el Ayuntamiento de Valero
está realizando junto al río Quilamas a su paso por esta localidad serrana.
Se trata de la creación de una tubería de aguas fecales
(tubería de desagües colgadas en soportes de cuatro metros de altura), que
presuntamente invade la entrada a una propiedad privada y que además ha
sustituido una regadera de huertos centenaria, inhabilitando este canal de
riego y dejando “los huertos secos”.
Algunos vecinos de Valero se han quejado de manera pública
por lo que entienden como un impacto medio-ambiental derivado de dichos
trabajos.
Según ha podido saber este
Cuaderno tanto el alcalde de Valero, como el Seprona como la Confederación
Hidrográfica del Tajo han sido informados de la situación, considerada por los
afectados como una “chapuza”, sin que hasta la fecha haya recibido respuesta
satisfactoria.
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