La plaza de toros y los
eventos taurinos se convirtieron un año más en uno de los centros neurálgicos
de las fiestas de Guijuelo, celebradas en honor a la Asunción, en las que el
plato fuerte se disfrutó el día 18 de agosto con la llegada de Juan José
Padilla “El Pirata”, diestro muy esperado por los aficionados de la villa
chacinera.

El
primer cartel llevó sus muletas al coso guijuelense el jueves 15 de agosto, día
de la Patrona, con los diestros Matías Tejela, David Mora y Damián Castaño con
toros de la ganadería de Vellosino, cuajados y con trapío. Abrió el cartel el
madrileño Matías Tejela, que sin pisar el acelerador basó su éxito en el
efectismo de cada final de faena y en eficacia estoqueadora en ambos toros.
Cortó sendas orejas. El toledano David Mora tuvo toda la tarde una gran
entrega, tanto con el capote como con la muleta; en su primer toro destacó
sobre todo corriendo la mano al natural en el principio de faena, sufriendo
posteriormente un susto afortunadamente sin consecuencia. En quinto lugar sorteó al
toro de la corrida, un cinqueño de nombre "Aguacero" de tremenda
seriedad y muy bravo al que se llegó a pedir el indulto y que terminó siendo
premiado con la vuelta al ruedo. Un
animal del que confesaba el ganadero que estaba reseñado como sobrero para
Morante en Bilbao, pero que tras su cornada decidió lidiarlo antes de que se
pasase de edad y no pudiera lidiarlo. Con él llegó el punto culminante de la
tarde gracias a lo bien que lo entendió su matador, dándole distancia y
consiguiendo series en redondo ligadas que más transmitieron al público de toda
la tarde. Por su parte el salmantino Damian Castaño puso toda la carne en el
asador desde el principio consciente de que era una tarde clave en su temporada
al no estar presente en ferias de más repercusión, para la cual incluso estrenó
terno. Torero de raza, a su
primer toro le dio fiesta en chiqueros donde terminó aquerenciandose y hubiese
cortado una oreja de no fallar a espadas. Más
motivado aún de la cuenta porque sus compañeros se habían asegurado la puerta
grande, en el sexto salió a revientacalderas. Y
consiguió cuajarlo con la muleta en series de mano baja, firmeza y mucho
dominio, para despues darse un arrimón en el que resultó volteado librandose
milagrosamente de un serio percance. Pinchó
al primer envite pese a tirarse recto y a la segunda cobró una fenomenal
estocada a costa de ser angustiosamente prendido y caer de fea manera saliendo
ileso. El público se enardeció por la casta del chaval y le pidió hasta
conseguir las dos orejas del toro que le pasaportaban a él también hacia la
Puerta Grande.





El día 17 de agosto llegó el turno de los
rejoneadores. El cartel estaba compuesto por Fermín Bohórquez, Martín Burgos y
Sergio Galán, para lidiar ejemplares de la ganadería de Pilar Población. Aunque
a última hora Bohórquez hubo de ser sustituido por Álvaro Montes debido a las
molestias que arrastra en un hombre.
Los astados fueron de menos a más excepto
uno de los lotes, para Raúl Martín Burgos, oreja y dos orejas; Álvaro Montes,
silencio en ambos; y Sergio Galán, oreja y dos orejas.
Fue precisamente a Álvaro Montes, a quien le tocó el peor lote de
la tarde, cosechando sendos silencios. En cambio, Sergio Galán y Raúl
Martín Burgos calcaron sus resultados en el caballo, con oreja y dos orejas en
cada una de las faenas, uno con más oficio y técnica, el otro al meterse más al
público en el bolsillo.




Plato fuerte de la feria el domingo 18 de
agosto. Tercera
y ultima de feria en la plaza de toros de Guijuelo, con lleno en los tendidos y
tarde calurosa, se lidiaron cuatro toros de El Pilar y dos de Moisés Fraile,
(segundo y sexto) bien presentados y de buen juego en líneas generales a
excepción del primero, destacando el comportamiento del quinto y sexto. Juan
José Padilla; oreja y oreja. Uceda Leal; saludos y oreja. Juan del Álamo; dos
orejas y dos orejas. el fin de
feria fue todo un éxito, con un Juan del Álamo “arrancao”, pidiendo guerra y
oportunidades para afianzarse en el difícil escalafón de matadores de toros.
Corto las dos orejas a sus dos toros con faenas de intensidad, de entrega y
poder.
Padilla nuevo en esta plaza fue el reclamo
principal para esa magnifica entrada. La gente lo quiere, pero sobre todo lo
valora y respeta. Después de lo que paso, tiene mucho merito ponerse delante de
un toro de la forma que lo hace, y sin venirse abajo en ningún momento.
No fue la tarde de Uceda. Un torero con
un excelente corte, que no acabo de acoplarse con su primero. Con su segundo,
un buen toro de El Pilar, hubo momentos de gran belleza pero sin llegar a
redondear.
Además de las corridas
oficiales, se celebraron durante estas fiestas otros eventos taurinos. Así el
viernes 16 de agosto los asistentes pudieron disfrutar del concurso “Humor
amarillo” con vacas para las peñas y posteriores vaquillas. El lunes 19 de
agosto se celebró un espectáculo taurino con el “bombero torero” así como una
charla coloquio de la Feria Taurina en el Museo de la Industria Chacinera
Crónicas
Fotografías : Ayuntamiento de Guijuelo
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