
En
los últimos días los noticieros se han llenado de imágenes dantescas de
Filipinas, solicitando ayuda humanitaria tras la catástrofe provocada por el
paso del tifón “Yolanda” que ha arrasado buena parte del país.
Una
de las ciudades más afectadas es Naga, la “Nueva Cáceres” filipina, que en su
página web presumen de su vieja relación la Sierra de Francia salmantina, no en
vano, tienen uno de los pocos museos (si no el único) dedicado a la Peña de
Francia.
Historia de Naga
Antes de la llegada
de los conquistadores españoles, la ciudad de Naga ya era un pueblo floreciente
a lo largo de las orillas del río Naga. Era un pueblo importante de armamento
relativamente sofisticado y cultura sorprendentemente avanzada.
En 1575, el
capitán Pedro de Chávez, comandante de la guarnición dejada por Salcedo,
fundada en el lugar del actual centro de negocios (al otro lado del río desde
el Naga originales) una ciudad española a la que llamó La Ciudad de Cáceres, en
honor a Francisco de Sande, el gobernador general y natural de la ciudad de
Cáceres en España. Por este nombre fue identificada en la bula del 14 de agosto
1595 que erigió la sede de Cáceres, junto con los de Cebú y Nueva Segovia, y la
convirtió en la sede del nuevo obispado bajo la Archidiócesis de Manila.
Con el tiempo la
ciudad española y el pueblo nativo se fusionaron en una sola comunidad, que
pasó a ser conocida popularmente como Nueva Cáceres, para distinguirla de su
homónima en España. Tenía un gobierno de la ciudad según lo prescrito por la
ley española, con un ayuntamiento y cabildo propio. A principios del siglo XVII,
había sólo cinco “ciudades” en Filipinas. Nueva Cáceres sigue siendo la capital
de las provincias de Ambos Camarines y más tarde de la provincia de Camarines
Sur hasta la creación formal de la ciudad de Naga, independiente bajo la
República de Filipinas.
Dentro de los
lugares turísticos dignos de ser visitados destacada el “Nuestra Señora Peña
de Francia Museum”. Este museo está situado cerca de las orillas del río Naga,
a pocos pasos de la Capilla de la Peña de Francia, homenaje cariñoso a la
“Virgen Milagrosa”.
“Es un lugar que pone en contacto con la tradición
histórico-religiosa de Bicol. Su pieza central es la Diorrama, una
re-presentación tri-dimensional de la fe y la devoción de sus raíces en San
Martín del Castañar, España.
El museo también fue declarado como Monumento Histórico Nacional
el 9 de septiembre de 1988. Desde una casa de vacaciones humilde del siglo
XVIII, se ha convertido en un centro y manantial de la educación eclesiástica
en la región de Bicol ”
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