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| Crónica : La Gaceta de Salamanca |
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| Fotografias : La Gaceta de Salamanca / Juan Milla |
La matanza típica de Guijuelo vivió este domingo el
día más tranquilo y más favorable para la celebración de esa fiesta al aire
libre. Tras los días lluviosos y fríos de las semanas anteriores, la primavera
llegó de forma breve para ofrecer un espléndido día de sol y de fiesta en la
plaza de Castilla y León de la villa chacinera.
Y el público, como viene siendo habitual, respondió a la llamada de esta
fiesta de interés turístico regional y acudió a la celebración para revivir las
labores propias de la matanza y ver las caras conocidas presentes. Llamó la
atención el conocido periodista Pepe Calabuig, que regresó a la villa después
de cinco años de ausencia.
También fue un día especial porque el público tuvo la suerte de saborear
el rico jamón de Guijuelo en un convite extra ofrecido por los cortadores de
jamón. Fue al final de la celebración y después del reparto de los dulces como
las perrunillas y el aguardiente. Tampoco faltó el reparto de las chichas por
parte de las águedas y, de ese modo, el atractivo de la matanza se completó con
el exquisito sabor del jamón ibérico de Guijuelo.
Así, con
ese manjar, la villa despidió la cuarta matanza tradicional que llegará a su
fin el próximo sábado con la quinta y última de este año.
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