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| Fotografías : Residencia de La Alberca |
Cuenta la historia, que durante la
guerra civil castellana que enfrentó a Isabel la Católica y a Juana la
Beltraneja por el trono de Castilla, tuvo lugar cerca de La Alberca una batalla
conocida como Las Matancias; en este paraje de la Sierra de Francia, cercano al
pueblo, las mujeres albercanas atacaron por sorpresa a las tropas portuguesas
del prior de Ocrato, del bando de la beltraneja; como símbolo y recuerdo de su
victoria estas mujeres se quedaron con el pendón del prior de Ocrato, una luna
sobre fondo rojo. En agradecimiento a esta acción, la Casa de Alba, del bando
de Isabel la Católica y de quien dependía de La Alberca, dio una provisión, por
la que se invitaba a los vecinos del pueblo a vino.
Un año más los albercanos
volvieron a celebrar este “Día del Pendón” durante el Lunes de Aguas. El Pendón,
guardado con ahínco histórico en la Casa Consistorial, volvió a ser enarbolado
por los quintos en la ermita de San Blas (antigua de San Sebastián), tras lo
cual, y tras un caluroso aplauso, los estómagos se han rendido a las viandas
que el Ayuntamiento ofrece para rememorar tan alta hazaña. Por la tarde son las
mujeres, como hacedoras del hecho histórico, las encargadas de devolver la
insignia al Salón del Consistorio.
Se trata de una de las fiestas más
típicas de la Sierra de Francia, exclusiva de La Alberca, que reúne a cientos
de visitantes en este final de la Semana Santa, nunca mejor dicho, celebrado
por “todo lo alto”.
Además, y como suele ser habitual, el Lunes de
Pascua se ofició la misa “al aire libre” en el portal de la ermita de San
Antonio, liturgia que congregó a numerosos vecinos.
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