Noticia : M.Jesús Gutiérrez - El Norte de Castilla |
Las
obras de la carretera de Valdehijaderos con la intersección de la SA-220, que
fueron retrasadas en el año 2010 por los vecinos de dicho municipio al
presentar una serie de alegaciones que obligaron a hacer un informe de impacto
medioambiental, se comenzaron en verano de 2013 y aunque aún no están
concluidas, los habitantes del municipio ya han
presentado reclamaciones porque lo ejecutado hasta ahora «no cumple los
requisitos del estudio de impacto medioambiental ni tampoco del proyecto del
ingeniero», explica uno de los vecinos.
Son
varias las reclamaciones efectuadas, las irregularidades y problemas detectados
por Antonio García, vecino de Valdehijaderos, que hace un completo informe de
todas ellas, el cual ha sido presentado por el Grupo Socialista de la
Diputación en la comisión de Fomento.
Una de
las irregularidades se refiere a los cerramientos de las fincas afectadas, ya
que según la declaración de impacto ambiental deben «restaurarse todos los
muros existentes con los mismos materiales y la tipología constructiva
originaria». Lo que significa que las paredes que eran de piedra tenía que
volverse hacer de piedra y los cerramientos de alambrado deberían quedar con
alambre; la cual también se elige para cerrar las fincas que quedaron divididas
en dos al ser partidas por el nuevo trazado de la carretera.
Ésta es
una de las deficiencias encontradas por los propietarios, ya que «un
80% se han restaurado como tal», quedando parcelas en las que no se han hecho
los muros existentes y en las que ahora se pueden ver que han sido cerradas con
alambrada y detrás caídas y en el suelo están las piedras de los antiguos
muros.
Fotografías : Cosas de Ingenieros |
Asimismo,
y respecto a los muros de piedra, según el proyecto del ingeniero realizado para la Diputación, «todos debían llevar una cimentación de
piedra seca de 30
centímetros de profundidad». Pero «desde el mismo inicio de las
obras de cerramiento (en diciembre 2013) los propietarios informaron a la
empresa, a los diputados y a los ingenieros de su malestar porque no se estaba
realizando esta cimentación. Parece ser que los últimos metros, en los
realizados ya el pasado mes de marzo se han comenzado a incluir pero ya en la
parte final de la obra», señala el informe al que ha tenido acceso este
periódico.
En
cuanto a los cerramientos, no sólo los de piedra parece que no han cumplido con
los requisitos del proyecto inicial, sino que en el caso de la alambrada se
están poniendo «de 5 pelos en vez de los 6 que vienen en el proyecto técnico y
en la memoria de pago», añade el informe.
Accesos
a las fincas
Si los
cerramientos preocupan a los propietarios de las fincas afectadas por las obras
de la carretera, hay otras dos cuestiones que les hacen levantar la voz de
alarma, como son los accesos a las fincas y a caminos públicos. «Después de la obra muchas
fincas que dan a la carretera van a quedar incomunicadas porque la Diputación
les niega este derecho: ni les hace el acceso ni le va a permitir hacerlo en el
futuro. Además este grave problema generado por la mala
planificación de la infraestructura, asombrosamente, también va a afectar a 3
caminos públicos, lo que implica en la práctica que abandonemos cientos de
hectáreas o nos juguemos la vida para acceder a ellas», señala el informe.
«La
carretera ha quedado muy bien y en buenas condiciones para los viajeros, pero
no hay que olvidar a los habitantes de esta zona, a los que han dejado sin
entrada hacia sus fincas», replica un vecino, que señalan otras dificultades
añadidas tras las obras de mejora de la carretera como «la existencia de zonas
que han quedado con unos terraplenes de más de 6 metros hasta la
carretera, en los que la lluvia de las últimas semanas ya deja ver la erosión».
El problema de este gran desnivel, aparte de que el agua ya se está llevando el
terreno es ver «¿quién pasa con un tractor por el camino
estrecho y poco seguro que ha quedado en el alto del terraplén?»,
se pregunta.
En
otras zonas de la carretera, no han dejado arcenes que, sumado a que no han
quedado caminos para transitar, ahora hace imposible «que nadie pase caminando
o con ganado por ellos».
Otro de los ejemplos que ponen los vecinos tras
finalizar el tramo de carretera que afecta a Valdehijaderos es que no se cumple
lo señalado en el estudio de Impacto Ambiental (resolucion de 3 de julio de
2012 de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente) en el puente del arroyo San
Marcos, pues se indica que la «obra de fábrica del arroyo de San Marcos será de
una sola luz mediante un tablero de hormigón armado apoyado sobre estribos», y
en su lugar han dejado siete tubos, lo que hace que si hay una crecida del
arroyo «se atasque fácilmente con ramas, con barro o con todo lo que arrastra
el agua»
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