Fotografías : Tina Román Mateos y SalamancaRTV |
La Festividad de la
Santa Cruz trajo fiesta doble para los vecinos y amigos de Sanchotello. A la
ancestral costumbre litúrgica de la bendición de campos, desde hace unos años
el Ayuntamiento de esta localidad salmantina aprovecha el buen tiempo y la
llegada de amigos e hijos pródigos para celebrar la ya clásica concentración
ecuestre en la que se ha convertido en una cita inexcusable para los amantes
del caballo.
Ambas actividades,
lúdica y tradicional, se fundieron en un programa conjunto en el que los
jinetes y sus monturas dieron cabalgadura a la romería hasta la Peña de los
Frailes desde la que el párroco de la localidad bendice los campos tras la
misa. La festividad se había iniciado de buena mañana con la preparación de las
cruces y su ornamentación con flores.
Al mismo tiempo los caballistas arribaban
a Sanchotello donde eran recibidos en las eras con perrunillas y aguardiente,
ingredientes que no pueden faltar en los pueblos de la provincia, para iniciar
una ruta a caballo por los alrededores de la localidad. Mientras tanto, los “romeros
de a pie” iniciaban el camino hacia la Peña de los Frailes, donde arribaron
también los jinetes antes del mediodía para realizar una pequeña exhibición que
fue vitoreada por los asistentes.
A mediodía el Ayuntamiento dio rienda suelta
al buen yantar con el convite de un buen cocido que hizo las delicias de los
comensales.
Ya por la tarde,
con todo dispuesto para la ocasión, se ofició la misa y se realizó por parte
del párroco la bendición de campos, añeja tradición de cuando los campos eran
sustento vital de familias y economías. Posteriormente, ya tranquilos al pie de
una merienda, llegó el turno de los más pequeños que pudieron divertirse con
los juegos preparados por la organización.
Numerosos vecinos de los
pueblos cercanos se acercaron hasta Sanchotello a vivir este día por partida
doble en el que además acompañó el buen tiempo.
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