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Lymantria Dispar en las encinas de Santibáñez de Béjar Fotografías : Marga S.Venancio |
Mientras
las Autoridades y responsables políticos continúan enzarzados en sus procesos burocráticos interminables, los encinares del Alto Tormes avanzan más hacia el
abismo. Y es que la plaga de “lagarta”, “tiña” o “seca” como vulgarmente se
conoce a la oruga Lymantria Dispar sigue cebándose con las encinas de esta
parte de la provincia en un proceso imparable de degradación paisajística sin
precedentes.
Desde hace más de un año el problema
de la “lagarta” ha alcanzado unas proporciones devastadoras que pueden afectar
seriamente a todo el ecosistema, incluido el económico, de la zona. Mientras
PSOE y PP se han enfrascado en debates
sobre su forma de erradicación, el tiempo ha ido pasando y lo que en su día fue
un problema puntual y localizado se ha extendido por toda la Comarca del Alto
Tormes. Localidades como Cespedosa de Tormes, Bercimuelle y Santibáñez de Béjar
(a las que pertenecen las fotografías) han visto como la oruga afectaba a
extensos encinares centenarios.
Y aunque ya hay un remedio y las
Autoridades han decidido la manera de afrontar la crisis, el tiempo corre en
contra de las encinas y son ahora los “trámites burocráticos” los que retrasan
su aplicación. Tal como informábamos en el mes de abril, será la Asociación
Forestal Asfosa la encargada de realizar el tratamiento contra la “lagarta” en
la Comarca. Asfosa realizará una fumigación desde el aire mediante avioneta
pero para ello necesita la suma de al menos 50 hectáreas por lo que los
ayuntamientos afectados y la propia asociación están buscando y requiriendo los
permisos a cada propietario.
Se da el caso, además, de que algunos
propietarios se niegan a la “fumigación” por lo que los encinares del Alto
Tormes se han convertido en un damero de ajedrez.
El Alcalde de Bercimuelle durante la última romería a la Virgen
del Monte, aprovechó la ocasión para dirigirse a sus vecinos y
manifestar su preocupación ante la invasión de la lagarta explicando que “los
trámites para su fumigación con un costo de diez euros por hectárea requieren
la firma de los propietarios y aunque administrativamente los tienen, por la
ley de protección de datos no se puede facilitar a la Administración sin su
consentimiento”.
Durante
el próximo verano, y aprovechando la llegada de los veraneantes, se pretende
tener finalizado este “censo aprobatorio” en Bercimuelle. El mismo caso se da
en Cespedosa de Tormes, cuyo ayuntamiento también está informando y solicitando
permisos a los propietarios afectados.
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