ENTRESIERRASrd | El
'documentalista antropológico' captó una de las imágenes más arquetípicas de la
Sierra de Francia
Rafael Sanz Lobato ha muerto este miércoles en Madrid a la
edad de 83 años. Quizás el nombre, así sin más referencia, no suene a muchos de
los lectores pero Rafael, como él mismo se definía "documentalista
antropológico" ha sido uno de los mejores fotógrafos de la historia de
España. Su mirada fotográfica, cargada de historia, ha captado alguno de los
momentos más importantes, y a la vez más desconocidos, de nuestra historia como
país.
Sanz Lobato inició su periplo en el mundo de la
fotografía buscando el paisaje y el paisanaje de la nación, con una
sensibilidad inigualable para captar el alma de la España de la posguerra,
especialmente de la España rural, a veces tan olvidada y aislada en aquellas
décadas. Entre sus más de 500.000 negativos, custodiados por el Museo de
Navarra, podemos encontrar una de las imágenes más arquetípicas de una época de
sufrimiento y dolor. Son esas mujeres que Rafael inmortalizó en su paso por la
localidad serrana de Miranda del Castañar: dos ancianas envueltas en luto,
sentadas en las escaleras de su cara, con la cara cubierta con las manos.
Una imagen que no necesita de palabras, ni
siquiera de color, solo de un alma dispuesta a leer todo cuanto tiene que
contar.
El Ministerio de Cultura, al concederle el
Premio Nacional de Fotografía en el año 2011, destacó la coherencia y solidez
de su obra, que "constituye un puente entre la nueva vanguardia
neorrealista de la postguerra y los métodos de observación fotográfica
posteriores a 1968" destacando su "pericia para mostrar la
transformación del mundo rural"
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