ENTRESIERRASrd | Los
participantes pudieron disfrutar de una visita por alguno de los enclaves más
emblemáticos de la capital bejarana
El pasado sábado un grupo de residentes y
personal del centro residencial Beleña se acercaron a la localidad de Béjar
para visitar el museo textil, ubicado en una antigua fábrica y encajada entre
dos quebradas laderas de granito, que el río Cuerpo de Hombre ha ido cincelando
para abrirse paso a la extensa Extremadura, todo ello enclavado en un paraje
único decorado por los colores que nos ofrecen tanto los árboles como el resto
de vegetación en esta estación otoñal.
Los visitantes disfrutaron de esta visita
cultural donde pudieron ver en persona el proceso de fabricación de la lana,
desde el esquileo a la confección de cualquier prenda de vestir, las máquinas
que se requerían para cada una de las funciones del proceso. "Es muy
ilustrativo como un simple vellón de lana puede terminar en un uniforme de gala
o en una capa bejarana", comentan desde el centro.
Posteriormente se llevó a cabo un recorrido por
la recién restaurada muralla que delimita el barrio de la Antigua y que ofrece
unas vistas envidiables. Muy cerca de la muralla se encuentra el Museo Sacro,
el cual merece una parada obligatoria para poder apreciar las tallas, el retablo
y sobre todo la colección de casullas que se usaban para el culto y que con sus
grabados son verdaderas obras de arte.
De regreso a la Plaza la siguiente parada fue el
bar Pavón para degustar un tentempié, un variado surtido de tapas que "con
cierto apetito degustamos, todo ello regado con un buen vino".
"Y como el tiempo apremia y las viandas de
la residencia nos esperaban, tuvimos que dar por terminada la gira bejarana y coger los vehículos aparcados en
la plaza para volver a la residencia".
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